10 claves para no tirar comida a la basura

Dicen estudios como los de Hispacop y Eroski que cada hogar desperdicia unos 76 kilos de comida por una mala gestión de muchos alimentos: verduras y hortalizas que se deterioran, lácteos o pastas y legumbres que caducan, pan sobrante, conservas que pasan su fecha de consumo... Un sinfín de causas que suponen una importante pérdida económica y que, según algunos investigadores, hasta podría acabar con el hambre en el mundo. Cambiando algunos hábitos evitaríamos hasta el 70% de lo que tiramos. Gobiernos, empresas, comercio y consumidores tratan de buscar alternativas para evitar tanto despilfarro. Después del especial de Ser Consumidor dedicado a este tema, resumimos en 10 claves algunos pasos minimizar estas pérdidas.

1) Es importante hacer una buena planificación de las compras que vas a hacer, ajustando lo que realmente necesitas para los próximos días o lo que puedes congelar para evitar que se deteriore. Hacer una lista antes de comprar es una magnífica alternativa.

2) Revisa periódicamente la despensa, cada dos-tres semanas - para ver qué productos debes consumir ya para evitar nuevas compras y tener que tirarlas a la basura. Es bueno organizarla - en el caso de las conservas - por fechas de los productos que tengas para evitar errores. Distingue entre consumo preferente - que te ofrece más margen - y fecha de caducidad.

3) Buscar ofertas puede abaratar las compras, sí, pero te pueden llevar a comprar más de la cuenta y eso puede que nos lleve a que una parte se acabe deteriorando en el frigorífico.

4) Mantener una adecuada higiene donde guardes los alimentos y una temperatura idónea en el frigorífico - 5 en el interior, -18 en el congelador - evitará pérdidas innecesarias de algunos productos, como las verduras, las frutas, carnes, embutidos... Una fruta podrida, por ejemplo, "contamina" en poco tiempo a las demás si no la retiras a tiempo...

5) Planificar menús semanales o quincenales ayuda a optimizar las compras, sobre todo para aprovechar ofertas de productos de larga duración, lo que te permitirá ahorros de hasta un 20% y te evitará muchos desperdicios.

6) Es importante hacer las compras y guardarlos en el carrito con cierto orden para nos estropear algunas comidas en el transporte: primero lo más voluminoso y pesado; después frutas y hortalizas, con especial cuidado en las más delicadas; luego, los refrigerados y los congelados, estos siempre en bolsas isotérmicas. Si aplastas ciertos alimentos, frutas, bollería, pastelería, los estarás enviando directamente a la basura...

7) Carnes y pescados, como otros alimentos, conviene etiquetarlos con la fecha y el contenido para controlar sus tiempos idóneos de consumo, sobre todo si lo congelas. Los lácteos conviene que los coloques por fecha de consumo, delante los que tengan fechas más próximas de consumo preferente. Te "caducarán" menos.

8) Para organizarse mejor y evitar muchas desperdicios, es posible que te interese comprar algunos productos de cuarta gama (ensaladas preparadas) y de quinta gama (platos preparados) que te resultarán más caros, pero que te pueden evitar más desperdicios.

9) Es mejor no llenar en exceso los platos -si es necesario, repetir - para evitar que se quede comida en los platos. Si hay sobrante, planificar platos alternativos para el día siguiente: cremas, croquetas, revueltos, ensaladas, postres, pastas para tostas y hasta purés y compotas pueden ser una salida para sobrantes de carne, pescados, guisos... Hasta puedes hacer "mascarillas" faciales con algunas frutas ya pasadas...

10) Es muy importante guardar ciertos alimentos, como salsas o los loncheados, en las zonas aconsejadas de cada frigorífico y en envases herméticos que prolongan su duración; lo mismo ocurre con sobras de comida, salsas, etc.