SER Aventureros: 'Tragedia en la montaña'

El también alpinista de 74 años, Carlos Soria acaba de regresar de su expedición al Kanchenjunga y también nos cuenta por qué tampoco llegaron a hacer cumbre

Una semana trágica para el mundo de la montaña. Las informaciones que llegaron en un principio parecían contradictorias. En la ascensión van 3 equipos, japonés, indio y español, que intentan hacer cumbre ese día, pero al final ninguno lo consigue. Juanjo está acompañado por Manuel Gonzalez '"Lolo" y por el sherpa Keshab Gurung.

Debido a la escasez de cuerdas se decide rodear la arista y en el último sector se produce la caída de Juanjo que arrastró al sherpa. En ella, Garra se rompió el tobillo y el peroné y el resto de equipos deciden dar por finalizado el ataque a la cima emprendiendo el descenso. Tanto Lolo como Keshab consiguen bajarle a 8.000 m y toman la decisión de ir al Campo Base 3 para regresar al día siguiente con el material suficiente para mantener con vida a Juanjo, pero al poco de iniciar el descenso Keshab Gurung decide unánimemente darse la vuelta y no dejar solo al alpinista, al cual acompaño los tres días que Juanjo pudo aguantar con vida. Gurung arriesgó la suya propia por estar acompañando a Juanjo y puede que le queden secuelas ya que probablemente nunca nadie haya dormido tanto tiempo a tanta altura. Por su parte, Lolo consiguió llegar a la mañana siguiente al Campo Base desde donde comenzó la organización del rescate que nunca llego a producirse aunque todos hicieran lo imposible por lograrlo. Lo bueno es que consiguieron rescatar a otros 8 alpinistas.

"A partir de 7.000 m cuenta contigo mismo, no cuentes con nada más"

Por su parte, Carlos Soria que se encuentra ya en España después de intentar hacer cumbre en el Kanchenjunga, nos cuenta que a partir de esa altura dependes de ti mismo: "Aunque el helicóptero hubiese conseguido llegar, tampoco es seguro que pudiese haber conseguido rescatarle" además añade que "Para mí lo que menos me ha gustado del accidente han sido las noticias tan continuas y confusas, sabiendo que hay una familia que está pendiente"

Por su parte, Carlos Soria tuvo que darse la vuelta cuando ya estaba a 8300 m de la cima. Toma la difícil decisión cuando, en teoría, quedaba poco para llegar. Debido a la mala organización tardaron más de lo que pensaron: "En donde teníamos que estar a las 4 llegamos a las 10". El problema también fue la falta de cuerda para seguir, ya que la subida podría ser más o menos fácil, pero la bajada se haría de noche y demasiado peligrosa para intentarlo. No todos siguieron a Carlos y a la mañana siguiente se enteraron que 5 personas no habían conseguido bajar y habían fallecido en el intento.