Punto, SER y partidoPunto, SER y partido
Tenis

Nadal – Ferrer, el genio contra la fuerza de voluntad

La final de Roland Garros enfrenta a dos tenistas con carreras modélicas. Uno que lucha por ser el mejor de la historia y otro que pelea por demostrar que con esfuerzo todo es posible.

El mallorquín domina 19-4 los duelos directos

El romance de estos dos tenistas con Roland Garros arranca en 2005. Entonces un jovencísimo Rafa Nadal se hace con su primer título venciendo en la final a Puerta, todos recordamos ese partido. Una semana antes, David Ferrer logra su particular triunfo.  En la pista 1, esa que es redonda, como una plaza de toros, el de Jávea levanta un 4-0 en contra en el quinto set y elimina a Gastón Gaudio, vigente campeón. Dos días después Nadal y Ferrer se miden en cuartos de final, el balear gana sin mucha batalla. Es el inicio de una desigual guerra entre los dos mejores tenistas en tierra batida del último lustro.

Rafa Nadal es el último niño maravilla del tenis, desde su irrupción no ha aparecido ningún otro talento juvenil como el suyo. El sistema ATP y la dureza del calendario penaliza a los poco experimentados y las promesas que antes llegaban con 17 años ahora tienen 23 –véase Dimitrov o Raonic-. La trayectoria de Nadal muestra a un genio incomparable y a un tenista capaz de reciclar y mejorar su juego ante las adversidades y problemas físicos.

Frente a él, Ferrer es justamente lo contrario. Es la maduración del fruto, el diamante que necesita horas y horas de trabajo para pulirse. Con 31 años no se le ve techo, su constancia es infinita y su tozudez bárbara, algo que ya dejó entrever en aquel partido con Gaudio. Ha perdido un sinfín de finales con Nadal, pero persevera en ello, nunca desfallece.

La trayectoria de ambos en el torneo también llama la atención. Nadal, acostumbrado a pasear tranquilo por las primeras rondas, este año ha sufrido más de lo esperado en los partidos con Brands y Klizan. Unas molestias en un codo y el hecho de medirse a jugadores corpulentos y de gran servicio han provocado que el campeón llegué a la final con más horas que nunca. Ferrer por su parte llega sin haber cedido un solo set, restando con reflejos felinos y ganando los partidos con una tremenda autoridad.

Será la cuarta final española de la historia en París, una final que para Toni Nadal es “un milagro” que puede elevar a Rafa por encima del olimpo tenístico y que para David Ferrer es un premio al esfuerzo y la fuerza de voluntad. Ocho años después de aquellos cuartos de final que marcaron  la carrera de cada uno, David y Rafa se citan esta vez en la Philippe Chatrier y por un objetivo distinto: hacer historia. 

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00