Nicole Willis y la tortura del soul
Nicole Willis (1963) es una de las nuevas voces del soul, una artista global e intensa que regresa a las tiendas este año tras más de un lustro de silencio en el que la estadounidense ha estado centrada en terminar sus estudios. 'Tortured soul', el regreso de Nicoles Willis, es un álbum potente que ha recibido el aplauso de la crítica y que este sábado estará presentando en el Black is Back Soul Weekend de Madrid.
“He estado muy ocupada”, responde Nicole al ser preguntada por lo ochos años que ha tardado en dar continuidad a su álbum de 2005. “Hicimos algunos conciertos por la presentación de 'Keep reachin’ en 2008 pero luego estuve de intercambio de estudios en la Sir John Cass Faculty of Art de Londres y luego terminé mi graduado en el Lahti Istitute of Fine Arts en 2009, en Finlandia. Durante 2010 mis compañeros estuvieron construyendo un nuevo estudio y a mediados de 2011 comenzamos a trabajar en las nuevas canciones. Además he seguido pintando y haciendo exposiciones, tengo algunas cerradas para el futuro. Jimi, mi pareja, y yo hemos grabado un disco este año que editaremos en nuestro propio sello Herakles Records este mes”, comenta la cantante en un rápido resumen de sus últimos años. “Puse mucha energía y tiempo en terminar mi licenciatura en Artes Visuales, que no está directamente asociado con la música aunque creo que el hecho de escribir una tesis sobre ello me ha aportado mucho, ha sido placentero y me ha ayudado a pintar”, explica la vocalista.
El regreso discográfico de Willis ha calado entre la prensa. ‘Tortured soul’ es un álbum lleno de matices e influencias que toca varios estilos y que resume a la perfección las pasiones musicales de esta chica. “En este disco queríamos ver cómo podíamos evolucionar nuestros sonidos, crear un modo específico de escritura que no esté siempre asociado a los sonidos vintage. Queríamos hacer que lo que hacemos fuese más único”, explica Willis, que confiesa que este disco tiene un punto siniestro, de ahí el título. “Jukka Sarapää eligió el título y nos pareció bien. Hemos encontrado nuestro lado más oscuro y nos gusta”.
La cantante, asentada en Finlandia desde hace años, es una artista global que toca distintos palos que intenta conectar a través de su pasión, una cantante comprometida que no evita ningún tema y que es muy consciente del mundo en el que vive y de las diferencias entre su país natal y su tierra de acogida. “Viví en Barcelona desde 2001 hasta 2004, mi hijo nació allí, aunque no obtuvimos la nacionalidad española. Recuerdo con mucho cariño un sitio de tapas en el Passeig Joan de Borbón, recuerdo comidas largas, paseos por la playa el día de Navidad… esas cosas maravillosas que no se olvidan”. Los contrastes y las diferencias entre ambos continentes saltaron rápidamente a la vista. “Lo primero que me llamó la atención fue ver que la Sanidad y la Educación no estaban promocionados o privatizados como en EEUU, salvo en Reino Unido. En Europa me he dado cuenta de cómo son las cosas. Los alemanes, por ejemplo, no aceptarían una educación cara, o medicinas, o la comida. En Finlandia, el sistema funciona y se hace cargo de las personas, pero también es bastante caro para vivir. Pero la educación pública está bastante bien”, comenta la cantante.
En 2011 Obama eligió un tema suyo para el ‘playlist’ que publicó sobre sus gustos musicales. “Me hizo ilusión”, admite Willis. “Yo creo que hubiera elegido ‘Light years ahead’ porque es la clase de canción política que apunta viejos problemas: salarios bajos, explotación laboral, trabajos forzados a inmigrantes. Puede que esto sea más problema en Finlandia que en EEUU pero el mundo está conectado de tal manera que lo que ocurre en un sitio afecta a otros, que unos países acepten comprar productos con mano de obra explotada afecta a que otros países sigan haciéndolo. Hay cosas importantes como conseguir que todo el mundo acceda a los servicios sanitarios, los trabajadores tienen que tener ese sentimiento y que se valoren, incluso aquellos que no tengan la nacionalidad”, se arranca la cantante.
Vida familiar
Ahora toca volver a la carretera y comenzar una gira que la alejará de su familia. “No sé cuánto tiempo estaremos de gira. Quiero hacer más discos, eso es parte del plan. Además los miembros del grupo están empezando a tener niños y están ocupados con ello. Yo por lo menos ya estoy más despejada en ese asunto, mis niños ya no son bebés”, explica Willis. Durante este tiempo la pareja ha estado haciendo turnos para seguir el ritmo de sus vidas profesionales. “Mi marido y yo hemos estado haciendo turnos para seguir yendo a conciertos pero además tenemos nuestra banda en común, nuestro proyecto, y tendremos que depender de otros para cuidar a nuestros niños mientras actuemos fuera de la ciudad, aunque ya son suficientemente mayores como para pasarlo bien cuando sus padres están fuera de casa. La verdad es que estamos esperando a que crezcan un poco más y se puedan unir a nosotros en nuestros viajes. De momento tienen que seguir su plan de estudios”, afirma la artista tomando el rol de madre.
A pesar del tiempo, de las obligaciones de la vida y de la crisis, Willis mantiene una actitud positiva hacia la vida. “Me han pasado cosas geniales pero soy el tipo de persona que piensa que lo mejor siempre está por llegar en un futuro no muy lejano. Tenemos la habilidad de cambiar las cosas, de evolucionar, mejorar, desarrollarnos… la vida avanza y sigue. Hay muchas cosas por las que mirar al futuro”, cuenta la cantante.
