Brasil tritura a España en la final de Copa Confederaciones

Aún resonaban los ecos de atronador himno brasileño cuando un balón lateral se cuela entre los dos centrales españoles y Fred, a trancas y barrancas bate a Casillas desde el suelo. No era una declaración de intenciones, era un gol, un tanto que reventaba el partido. La salida de Brasil fue exultante, eléctrica | Así te hemos contado el partido

Los amarillos parecían más, sus dos centrocampistas, Paulinho y Luiz Gustavo se encargaron de barrer con energía los setenta metros que tiene el ancho del campo. Feroces apenas dejaron espacio para que Iniesta, Xavi y Busquets controlaran un balón, no les dieron ni un centímetro. Su agresividad contagió al equipo entero y a partir de empezaron a amilanar a España.

Óscar pudo hacer el segundo rápidamente pero erró en boca de gol. Él y Neymar lograron sacar los colores a la defensa de España en base a una única idea; medir en velocidad a los centrales. En jugadas así Arbeloa derribó a Neymar y vio la amarilla en otras tantas la zaga resolvió la situación en el último suspiro. España sufría y sólo Andrés Iniesta se lucía en jugadas aisladas. En la primera de ellas probó a Julio César en un disparo de media distancia.

Pasado el tirón inicial, Brasil pasó al plan b y buscó una nueva manera de hacer daño a la campeona del mundo. Alves y Marcelo fueron los responsables de esa misión, llegando arriba y desmantelando a Arbeloa y Alba, que sufrieron muchísimo en la segunda mitad de la primera parte. De un error de Alba pudo llegar el segundo, Neymar dio un balón fabuloso a Fred que se encontró con Casillas abajo.

Del posible gol de Pedro a la puntilla de Neymar

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En uno de los pocos momentos de brillantez de España en un partido aciago, Mata abrió un balón a Pedro, que encaró al portero al que incluso llegó a superar, el balón más tenue de lo debido llegó a la pierna de David Luiz antes que a la línea de gol. En la jugada contigua, en otra frenética contra de los de Scolari, el balón acabó en Neymar que con la zurda fusiló a Casillas. Dos tiros que iban dentro, pero que tenían distinta intención. 2-0 y descanso.

Los quince minutos pasaron rápido para España, que sin tener tiempo para colocarse en el campo sufrió otro bofetón monumental. Fred, otra vez en el primer instante, y esta vez con más mérito propio que despiste rival, enganchó un gran disparo seco y raso que hundió las poscas expectativas de España. El castigo era tremendo, el mayor recibido en muchos años por el equipo de Del Bosque.

El salmantino introdujo cambios, Azpilicueta relevó a Arbeloa -con amarilla- y Navas ocupó el lugar de Mata. Algo espabiló al "aspirante" como Del Bosque calificó en 'El Larguero', pero en ningún momento tuvo el brío del choque con Portugal. Pudo reengancharse al partido gracias a un infantil penalti que Marcelo hizo a Navas, pero no era el día de España. Ramos trató de ajustar tanto que el balón salió fuera.

Tampoco fue el día de Piqué, que en una de esas jugadas en las que Neymar le buscó la espalda, acabó derribando claramente al que será su compañero. Expulsión y veinte minutos de sufrimiento. Busquets retrasó su posición y España intentó capear el temporal, y en cierto modo lo consiguió. El marcador permaneció inamovible hasta el final, si bien el partido ya no tenía historia alguna.

Brasil y Maracaná pudieron con España, con una España que tuvo un día muy malo en Río de Janeiro. Una derrota que eleva a Neymar y que deja claro que hay un equipo que discute y con argumentos de peso la hegemonía de la Roja. El verano que viene se dobla la apuesta.

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