Ivo Karlovic, la milagrosa cura del gigante
El tenista croata ganó el torneo de Bogotá tres meses después de sufrir una meningitis vírica a causa de la picadura de un insecto
Ocurre muchas veces que los tenistas se comportan como toreros o pilotos de motos, como superhombres. Brian Baker jugó la final de Niza después de años de lesiones y una rodilla muchas veces remendada. Guillermo García López enlazó una de las mejores rachas de su carrera después de parar un mes por una apendicitis. Ivo Karlovic fue un poco más allá y logró vencer en Bogotá apenas tres meses después de haber sufrido una meningitis.
Un día de abril, en la húmeda primavera de Miami, Ivo karlovic comenzó a encontrarse mal, sus extremidades flojeaban y su estado de consciencia decrecía conforme pasaban las horas. Se especuló con la opción de que el tenista croata sufriera un derrame cerebral, toda una conmoción en el mundo del tenis. Avanzaron los días y su estado no mejoraba, ingresado en el hospital y sedado para evitar el dolor, finalmente los médicos dieron con el diagnóstico: meningitis vírica.
Un insecto, su picadura había tumbado al gigante de la ATP. Paradójico. Una vez encontrado el problema, empezó la recuperación, algo que ningún galeno le aseguró al 100%. De dolencias en principio menos graves como una mononucleosis muchos tenistas no han sido capaces de volver, ahí están los ejemplos de Ancic y Soderling. 25 días después de salir del hospital ingresó por primera vez en una pista de tenis y lo tuvo claro, el objetivo era volver a ser el de antes.
El Top100 más alto de la historia se puso manos a la obra y fue poco a poco, pasando cada vez más minutos en pista, reencontrando sensaciones. Antes de volver a la ATP jugó un par de pruebas por equipos, menos exigentes pero de nivel notable. En Alemania cogió tono antes de viajar a Newport, dónde mejor para empezar que en la hierba. Allí ganó dos partidos y cedió contra Isner en cuartos de final. El resultado lo decía todo 7-6/7-6, Ivo estaba en la línea correcta.
Una semana después, en Bogotá dio el gran golpe. En la pista dura de Colombia venció a gente como Sijsling o Kevin Anderson, gente a gran nivel en esta temporada, para terminar derrocando al local Alejandro Falla en la final. A los 34 años y tras una grave enfermedad, el hombre de los saques ilegibles, el gigante del tenis, está de vuelta, está curado.
