Sofá SonoroSofá Sonoro
Música

La última gran fiesta de Triana

trianaCuando aquel constructor, achaparrado y cejijunto, miraba al otro lado del Guadalquivir, veía montañas de dinero, veía grúas, veía lo que él llamaba futuro. Aquel hombre tenía amigos poderosos, colegas ambiciosos que veían Triana con aquellos mismos ojos llenos de codicia. Aquellos hombres serían los responsables de la expulsión de los gitanos de Triana, una expulsión inmobiliaria que se traduciría en tractores y camiones con familias acuestas y en ‘futuro’: un futuro de hacinamiento y humillación. Aquel pueblo, de inmenso talento artístico, perdería su casa y comenzaría su personal viaje por el desierto hasta terminar en barrios como Las 3000 viviendas donde acabarían marginados y arrasados por la heroína, el narcotráfico y la delincuencia.

Veinte años después de aquel éxodo forzado, una chica llamada Gloria Filigrana se empeñó en juntar a los 14 clanes herreros de Triana en el Teatro Lope de Vega de Sevilla para una última noche de flamenco, un flamenco puro y voraz, conmovedor y perturbador que ha dado lugar a ‘Triana, pura y pura’, el documental que ha ganado el último festival In-Edit de Barcelona. Ricardo Pachón, director de la cinta, grabó aquel encuentro que tuvo lugar en febrero de 1983 y durante estos últimos 30 años ha tenido esa velada guardada en casa. “Los master de vídeo en sistema U-Matic estaban en mi casa, pero no me inspiraban su edición porque el sonido no era bueno”, explica Pachón a Sofá Sonoro. Un día digitalizó su archivo y se topó con una inesperada joya. “La sorpresa fue enorme por la calidad de la grabación. Solamente había que sincronizar el nuevo audio con las cintas de vídeo”, añade. En esa velada de flamenco trianero participaron grandes músicos del barrio como Manu Molina, un joven Raimundo Amador, o artistas tan intensos y originales como Pepa La Calzona, El Titi, El Pati, El Filigrana, El Herejías o El Farruco. Una reunión repleta de talento.

Cuando aquella fiesta fue tomando forma alguien propuso un ensayo previo, uno de los ancianos, con toda la gracia trianera, lo dijo claramente: “El arte no necesita que se ensaye”.  Aquella última fiesta conmemoraba una tragedia, una traición, y a pesar de ello está repleta de alegría.  “Los gitanos han sido perseguidos desde su entrada en España hasta su inclusión en la ley de vagos y maleantes que todavía se aplicaba en la época de su expulsión de Triana”, explica Pachón. “Los gitanos tienen una larga historia de sumisión y de escapismo. En 1749 el rey Fernando VI decretó la ‘Prisión General de los gitanos’. En Triana todos los gitanos sedentarios e integrados fueron apresados. Los hombres y niños mayores de siete años fueron conducidos hasta Cádiz, en cuerdas de presos, para remar en las galeras reales o trabajar en los arsenales. Las mujeres y niños pequeños fueron confinados en ciudades amuralladas como Carmona o la Alcazaba de Málaga en un intento claramente nazi de interrumpir el crecimiento demográfico de esa etnia. ¿Cómo iban a protestar en plena dictadura?”, añade el cineasta, uno de los grandes expertos en la historia del flamenco. A pesar de ello, la cinta de Pachón está repleta de magia, de alegría por el reencuentro, de familiaridad y de arte, un arte en estado puro.

Ricardo Pachón‘Triana pura y pura’ es un homenaje al pueblo de Triana, a los gitanos que habitaban el barrio y que acunaron un flamenco que tomó forma en los patios, en las corralas y en las reuniones de amigos, familias y vecinos. Ahora, esa forma de entender el flamenco se está perdiendo. “Al desaparecer o disminuir las gitanerías de la Bética como Alcalá de Guaidira, Utrera, Lebrija, Morón de la Frontera, Arcos  etc. está desapareciendo el flamenco como arte de comunicación circular: el corral de vecinos, la fiesta, la celebración. En estos espacios físicos y humanos el flamenco era improvisado, compartido y ajeno a las motivaciones mercantiles del Flamenco Espectáculo”.

El documental que ha presentado Pachón tiene alma, el de ese pueblo de gentes que se levantan a mitad de una canción para bailar, para cantar, para romperse la camisa entre las palmas de sus amigos y primos. “La fiesta de Triana Pura quizás sea el último referente para los que hoy quieren entender y practicar el flamenco desde sus raíces más profundas”, explica el realizador. “Quizás el único privilegio de haber cumplido tantos años sea haber vivido esas reuniones flamencas de pan, vino y aceitunas. Reuniones para celebrar la vida,  donde no había espectadores sino participantes, compartiendo con los artistas el duende y la catarsis”.

Para Pachón, esa forma de entender la música se está perdiendo. “El flamenco se ha convertido en un arte de comunicación frontal, como la música clásica o el rock. Los artistas emiten desde el escenario y los espectadores, que han pagado su butaca, reciben un mensaje elaborado, ensayado, y arropado por todos elementos escenográficos. Normalmente un mensaje con más técnica que duende”, añade Ricardo, que se muestra orgulloso de que este trabajo haya resucitado, que el sonido se haya rescatado y de que haya llegado a los cines. “Es un testimonio flamenco de máxima importancia y con una clara vocación universal”, explica el director. Esa vocación se muestra en el éxito que está teniendo la cinta, que ganó el premio que otorga el Centro de Estudios Andaluces y en Barcelona. “El premio del In-Edit, y el entusiasmo del público en el estreno mundial en Barcelona, no solo me ha sorprendido, dada la categoría universal de In-Edit, sino que me ha llenado de entusiasmo para seguir contando historias de este pasado reciente de Sevilla, cuando los flamencos y los rockeros iban a los mismos bares”, confiesa el director de la cinta, una cinta que recoge la aberración de aquel constructor y de aquellos políticos, y una persecución que terminó alejando a los gitanos de Triana y que veinte años después acabo en una fiesta que ahora, tres décadas más tarde, muestra el inmenso arte de un pueblo de artistas que fue desterrado.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00