Estados Unidos: El azote de Gasol y la selección española

El último reto de una generación dorada. El epílogo de un bloque y un grupo de amigos único que, aunque va a tener continuidad, siempre será el espejo donde mirarse. Un marco perfecto para una afición que ha devuelto el cariño a los jugadores. Pero sobre todo, un marco aprovechable para el resto de la sociedad que tiene la oportunidad de rendir homenaje a su ejemplo. Los Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes y José Manuel Calderón tienen ante sí la ocasión de redondear su fondo internacional con un Mundial en casa, discutido por el ejército que desembarcará desde las Américas.

"Como mera anécdota estadística, los anfitriones que levantaron trofeo en Mundiales son la Argentina de Óscar Furlong en 1950, el Brasil de Amaury Pasos y Wlamir Marques en 1954 y la extinta Yugoslavia liderada por Kresimir Cosic en 1970", recuerda Raúl Barrigón, jefe de redacción de 'HoopsHype.com', web de referencia sobre todo lo que rodea a la NBA. Pero la dificultad no se queda ahí, España lo sabe de primera mano como bien recuerda Barrigón: "En Europeos hay más ejemplos pero el último data de 1993 con la Alemania de Christian Welp, gracias a ese maldito aro que escupió el tiro-milagro de Pau Gasol en 2007".

El camino al éxito es siempre empinado, con escaleras más o menos sinuosas que hacen temblar el paso y doler los pies de aquellos que se permiten el lujo de vencer. Un trato de favor con la gloria, las secuelas de la notoriedad lograda. En definitiva, un carácter ganador que no está exento de sacrificios. Asuntos olvidados, verano tras verano, por los decanos del baloncesto hispano, para poder introducir el nombre de nuestro país en la piedra rosetta de la escritura inventada por Naismith. El sueño de todos es ganar este Mundial. Más después de las dos dolorosas derrotas en las últimas finales de los Juegos Olímpicos, que no han logrado ensombrecer su legado, sino alargarlo.

La selección heredera del 'Dream Team' late en el inconsciente de los jugadores españoles, pero ni mucho menos es el único escollo en el camino al título soñado. El pasado 3 de febrero se llevó a cabo el sorteo del Mundial, dejando un cuadro que reafirma la máxima: 'el que algo quiere, algo le cuesta'. En el trayecto hasta la final, Estados Unidos se encuentra con pocos baches, tan solo Lituania, Eslovenia o República Dominicana pueden suponer un ligero temblor en la escala de Richter norteamericana. Un juego de niños en comparación con las curvas que le esperan al combinado de Orenga: Francia, Brasil, Serbia, Grecia, Argentina o Croacia.

Un verdugo común ante el que se clama venganza: Estados Unidos.

"La plantilla es extremadamente talentosa, profunda y versátil", con estos tres adjetivos ha descrito Jerry Colangelo, director ejecutivo de la Federación de baloncesto de Estados Unidos, a los candidatos escogidos para robar el oro de Moscú de las arcas españolas. Once de los doce ganadores de los últimos Juegos Olímpicos, solo Kobe Bryant se cae de la lista. Siete participantes en la anterior cita mundialista cosechada en tierras otomanas. La 'NBA' lo lleva todo, consciente de que en los últimos torneos el nivel general ha subido, de ahí la planificación milimétrica. "Como argumento de mayor peso, el proyecto de USA Basketball en 1992 (el 'Dream Team') resulta irrisorio comparado con la seria estructura actual capitaneada por Jerry Colangelo y Mike Krzyzewski. Arvydas Sabonis acabó con el modelo NCAA y después el proyecto tocó fondo en el Mundial de Indianapolis", explica el periodista de HoopsHype, para entender la importancia que se le da ahora al 'Team USA'.

Todas las posiciones están fuertemente cubiertas en la terna actual. Bases especialmente anotadores, los mejores escoltas de la liga, aleros potentes y un juego interior dotado de talento y músculo. Dicho todo esto parece una tontería seguir escribiendo ante la más que posible suerte del campeonato. Sin embargo, se han conocido ya varias ausencias casi seguras que dan un halo de esperanza al resto del planeta. Pero no nos engañemos, si se cae un nombre salen tres muy buenos para ocuparlo.

Londres 2012, qué cerca estuvimos...

Del total de 28 candidatos hay cuatro supervivientes de los últimos logros que ya han declinado la opción de ir a España: Lebron James, Carmelo Anthony, Chris Paul y Deron Williams. Si aparecen en la lista es por prestigio y búsqueda de infundir respeto. La edad y la carga de partidos han provocado que dejen su sitio a los más jóvenes. Es verdad que los dos primeros son, junto con Bryant y Wade, el emblema de esta selección en los últimos tiempos. Los que se jugaron los balones calientes contra España en las últimas dos finales.

El trono donde se sienta el liderazgo parece quedar vacío, aunque se evidencia una figura en la sombra que ya fue vital en Londres y Turquía. Kevin Durant, el mejor jugador de toda la NBA es este momento (promedia más de 31 puntos, casi 8 rebotes y cinco asistencias), se erige en la figura encargada de retener el título o perderlo. Una responsabilidad para la que el jugador de los Thunder está sobradamente preparado, como argumenta Barrigón: "Tuve la fortuna de departir con Durant durante media hora en Barcelona y tocar el tema de la selección fue como subir a la buhardilla de su casa y desempolvar su juguete predilecto. No sonaba a palabras huecas cuando describía el 'honor' y la 'bendición' de vestir la camiseta de barras y estrellas. De hecho creí que llevaba el escudo del Capitán América a la espalda".

A su lado se espera que le secunden ocho jugadores fijos en las quinielas: Stephen Curry, James Harden, Paul George, Blake Griffin, Kevin Love, Lamarcus Aldridge, Anthony Davis y Dwight Howard. La gran mayoría son jóvenes y representan la siguiente generación que ya domina la liga norteamericana. Pero existe un factor de riesgo: nunca han tenido que asumir un rol principal con Estados Unidos.

Nueve jugadores con Durant de líder, pero con la importante posición de base por cubrir. Aquí surgen los nombres de Derrick Rose y Rusell Westbrook. Dos de los mejores que han visto interrumpida su progresión por sendas lesiones, pero que de estar bien, serán incluidos en el equipo final. Haciendo recuento quedaría libre una sola posición, la número 12, para cerrar la plantilla. El juego interior no precisa de los centímetros de Tyson Chandler, asiduo en las últimas pruebas. Por lo tanto la lucha se centrará, a priori, entre cuatro elegidos. Dos directores de orquesta que llegan pisando fuerte, Kyrie Irving y Damian Lillard, o dos aleros que suplan la posición de especialista defensivo tan requerida por el entrenador Mike Krzyzewski: Andre Iguodala o Kawhi Leonard.

Para completar el elenco quedarían descartados jugadores de futuro que son piezas básicas en sus equipos: Demarcus Cousins, Andre Drumond, Kenneth Faried, Gordon Hayward, Kyle Korver, Bradley Beal, David Lee y Klay Thompson. Figuras tan válidas como las de otros tantos que no han sido ni llamados. ¿Rondo, DeRozan, Wall, Al Jefferson?

Selección española, argumentos para confiar.

Emborrachados ante tanto nombre que suena a All Star y estrella en la NBA, los jugadores españoles deberían saber jugar sus bazas. (1) Ya han estado muy cerca de hacer la machada en dos ocasiones. (2) Si no lo lograron es porque en los momentos decisivos aparecieron varios de los que en esta edición no van a estar. Y (3) el público. La afición española tiene que volcarse y no pitar al rival (muy propio de aquí), al contrario, tiene que centrarse en lanzar al equipo de Orenga. "España debe buscar el honor del espartano y ofrecer un combate épico ante las imbatibles huestes de Jerjes el Grande, tal y como nos emocionaron en los JJ.OO. de 2008 y 2012", reconoce Barrigón, ante la superioridad estadounidense.

¿Asistiremos a un nuevo duelo entre Rudy y Howard?

El entrenador español que ha sido designado para esta importante cita después de ser tercero en Europa dispondrá, salvo lesión, de los ausentados Pau Gasol, Navarro y Reyes. España, con estas reincorporaciones, tiene nivel para como mínimo plantar cara. Calderón, Rubio, Sergio Rodríguez, Llull, Rudy, Claver, Ibaka y Marc serán indiscutibles para Orenga. La última plaza queda en el aire, a expensas de una posible admisión de Mirotic por parte de la FIBA, con la que no hay que contar. Su plaza la ocuparían San Emeterio, Mumbrú o Aguilar teóricamente.

Que tampoco parezca que todo se va a decidir en un partido entre España y USA porque entonces no habría torneo, solo una final. Francia, campeona europea, Lituania, Argentina, Croacia, y alguna sorpresa más, son capaces de hundir la flota española. No así la estadounidense, que parece a prueba de bombas antes de una final en la que pueden surgir los nervios. Un sudor frío en el que no confía demasiado el escéptico Raúl Barrigón: "Aun con Kobe Bryant y Dwyane Wade retirados con honores del servicio y las ausencias confirmadas al 99% de LeBron James, Carmelo Anthony y Chris Paul, las opciones del oro siguen totalmente del lado estadounidense. Colangelo ha tildado la lista de 28 candidatos como la mejor que se haya confeccionado nunca; y sobre todo, el cetro de poder lo portará Kevin Durant".

Más allá de nombres, lo último que se pierde es la esperanza. Las generaciones que esperan ver el primer triunfo de España sobre Estado Unidos se multiplican fervientes, al ritmo de nuestras victorias. Una vitrina repleta de medallas, con muchos oros, salvo el olímpico. Pero al fin y cabo, un mural donde el mayor de nuestros éxitos ha sido colgar los retratos de nombres imperecederos como los de Pau, Juan Carlos, Felipe o José Manuel.