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El Theremín: el instrumento que puso música a los sueños

Se llama Theremín y es un instrumento electrónico inventado en 1920 por el ingeniero ruso León Theremin. Su principal característica es que se toca sin tocarlo. Son dos osciladores que producen ondas y al mover las manos alrededor de ellas emiten diferentes sonidos. El compositor Miklós Rózsa lo utilizó para el cine por primera vez para la película "Recuerda" de Alfred Hitchcock. A Miklós Rózsa se le recuerda, sobre todo, por sus bandas sonoras para películas épicas y religiosas como “Ben-Hur”, “Quo Vadis” o “Rey de Reyes” pero en sus comienzos en Hollywood destacó como especialista en dramas psicológicos en los que los personajes sufrían una gran tortura interior como el amargo retrato del alcoholismo que se hacía en “Días sin huella” de Billy Wilder, o del demonio de los celos en “Doble Vida” de George Cukor, por la que Rozsa ganó un Oscar.  

“Recuerda” fue la primera película en abordar en Hollywood el mundo del psicoanálisis. El origen del proyecto se remonta a una depresión que sufrió el productor David O. Selznick tras el rodaje de “Lo que el viento se llevó”. Entonces fue tratado por una psicoterapeuta y ésta le despertó el interés por el tema. En la película Ingrid Bergman es una psiquiatra que se enamora de Gregory Peck, un enfermo de amnesia y con complejo de culpabilidad que ha tomado la identidad de un médico desaparecido y a quien cree haber asesinado. La banda sonora que compuso Miklós Rózsa cuenta con dos temas principales. El primero es el tema de amor que ilustra la relación romántica entre los dos protagonistas. Se trata de una hermosa melodía que es uno de los grandes clásicos de la música cinematográfica.     Hitchcock pidió también a Rózsa que creara un tema que pudiese relacionarse con la mente atormentada del protagonista, que expresase su desequilibrio emocional y su paranoia. Esta música suena cada vez que el personaje de Gregory Peck experimenta ataques que lo dejan catatónico cuando ve líneas paralelas sobre un fondo blanco.     Rózsa buscaba un sonido nuevo para este tema, algo que produjera una sensación mareante y fantasmal y que expresase la enfermedad que sufre el protagonista. Un sonido nuevo que finalmente encontró gracias al Theremin, el instrumento que mencionábamos al principio. El compositor buscó en los listados del gremio de músicos de Los Ángeles y descubrió que en esos momentos solo había un intérprete en toda California capaz de tocar el Theremin, un doctor que se ganaba la vida como podólogo. A partir de entonces se dedicó a tocar el instrumento en diferentes películas. Además de “Recuerda”, Rózsa lo utilizó también en “Días sin huella” y en “La casa roja”. Participaría también en “Ultimátum a la Tierra”, a las órdenes de Bernard Herrmann, o incluso en “Los Diez Mandamientos” en las escenas de las plagas.  

En “Recuerda” el sonido del Theremin brilla especialmente en la escena del sueño cuando Gregory Peck relata a los psiquiatras un sueño muy extraño que ha tenido y en el que está la clave de su problema. Para esta escena Hitchcock quiso contar con una ayuda especial, la del pintor Salvador Dalí  que diseñó los decorados y las imágenes que se ven en el sueño.  

Aunque en lo musical siempre se piensa en Bernard Herrmann cuando hablamos de películas de Alfred Hitchcock lo cierto es que el único título del director que fue premiado con un Oscar a la mejor banda sonora fue “Recuerda”, la primera y única colaboración del músico húngaro con el genio del suspense. Y es que pese a la buena acogida que tuvo la banda sonora a Hitchcock nunca le gustó demasiado; pensaba que sus notas eran tan grandilocuentes que interferían en la acción. Según contaba el músico, tuvieron una fuerte discusión y a partir de entonces nunca más lo volvió a ver. Otras bandas sonoras como “Ben-Hur” le darían más fama pero el compositor siempre citaba “Recuerda” como su favorita entre todas sus partituras. Una banda sonora muy relevante por ser la primera que utilizó el Theremin  y por desmarcarse del estilo clásico en busca de un sonido diferente, atmosférico y misterioso que representa una forma distinta, psicológica podríamos decir, de concebir la música de cine. 

Esta semana nuestra invita en las “Conversaciones en clave de Sol” es Clara Lago, la protagonista femenina de “8 apellidos vascos”, la película que, semana a semana, está batiendo todos los récords del cine español. Hasta ahora ha recaudado más de 44 millones de euros y la han visto más de siete millones de espectadores. Clara Lago nos ha contado que durante los rodajes le gusta aislarse para escuchar a sus cantantes y músicos preferidos y que durante el de “8 apellidos vascos” descubrió a la cantante Zaz, una intérprete que fusiona la música francesa con el “gypsy jazz” y que ponían mucho en el restaurante de Leiza donde comía todo el equipo del film. También nos recordó su experiencia en “Tengo ganas de ti” donde tenía que cantar un par de temas.   

Acaba de llegar a las pantallas “Divergente”, la primera película de una nueva saga que viene a hacerle la competencia a “Los juegos del hambre”. El film está protagonizado por Shailene Woodley y en el reparto también nos encontramos a Kate Winslet, en su primer papel de villana en el cine, a Ashley Judd o Aaron Eckhart. La banda sonora ha sido compuesta por Junkie XL, el nombre artístico de un músico y productor holandés llamado Tom Holkenborg, considerado uno de los artistas más en alza de la escena electrónica actual y que paso a paso se está abriendo camino también en el mundo de la música de cine. En pocas semanas nos hemos encontrado con tres bandas sonoras suyas sonando en nuestras pantallas: “El poder del dinero”; “300, el origen de un imperio” y ahora la de “Divergente”. Junkie XL viene apadrinado por Hans Zimmer con el que había colaborado previamente en varias bandas sonoras como “Origen” o “El Hombre de Acero”.  

Tratándose de una historia futurista lo más fácil hubiera sido componer una partitura exclusivamente electrónica. Pero una banda sonora así resultaba demasiado fría para una historia como ésta que no solo ofrece acción y aventura, sino también emociones y romanticismo. Por eso Junkie XL ha compuesto una banda sonora en la que la electrónica se mezcla con el pop y la música de orquesta. Junkie XL ha colaborado con una de las cantantes británicas más de moda ahora mismo: Ellie Goulding. La artista hace coros en diversos temas de la banda sonora y además ha grabado una canción compuesta especialmente para la película que aparece en un segundo disco que incluye los temas adicionales que suenan en el film de artistas como Snow Patrol, Tame Impala o ASAP Rocky.   

En nuestra sección “Bio Music Pic” recordamos esta semana a Johann Strauss hijo, es decir, el compositor de el vals "El Danubio Azul". Su vida se contó de forma bastante libre en una película americana de 1938 titulada “El gran vals”. Fue la primera película estadounidense del francés Julien Duvivier, un cineasta de muchísimo prestigio en su país, aunque parece que también Victor Fleming y Josef Von Stenberg rodaron algunas escenas del film. El reparto también fue internacional. Fernand Gravey, un actor de origen belga, hace de Strauss. Miliza Korjus, una actriz y cantante nacida en Polonia, interpreta a una soprano llamada Carla Donner, y Luise Rainer es la mujer del compositor. La música del film es por supuesto de Johann Strauss aunque de los arreglos se encargó Dimitri Tiomkin. Y la letra de las canciones que se interpretan en el film son de Oscar Hammerstein II, el autor de los grandes musicales americanos al lado de Richard Rodgers. De “El gran vals” ha pasado a la historia del cine una escena. Los dos protagonistas pasean en coche por los bosques de Viena y el traqueteo de los caballos, las flautas de los pastores y unas trompetas que se oyen a lo lejos hacen que Johann Strauss encuentre la melodía de uno de sus valses más famosos: “Cuentos de los bosques de Viena”.   http://www.youtube.com/watch?v=k1C5-vznVks   “El gran vals” ganó en 1939 el Oscar a la mejor fotografía y tuvo otras dos dominaciones. Una a Miliza Korjus como mejor actriz secundaria y otra al mejor montaje.   

James Horner es el campeón absoluto en nuestra sección “Parecidos Razonables” Esta semana le dedicamos un monográfico más. Y vamos a empezar con su especialidad, los autoplagios. Horner es un compositor al que siempre le ha gustado reutilizar sus ideas musicales de una a otra banda sonora. Tenemos como ejemplo dos de sus primeros trabajos para el cine. Esta es la banda sonora de “Star Trek II, la Ira de Khan”, del año 1982.     Esas trompetas y esos violines saltarines los volvería a utilizar al año siguiente en la banda sonora de “Krull”.     Lo mismo pasa con esta melodía de la película “Casper”.     Unos años después Horner volvería a escribir otra pieza bastante parecida para “Las crónicas de Spiderwick”.     Otro ejemplo de posible autoplagio lo encontramos con este conocido tema de “Braveheart”.     Se parece un poco a este otro tema suyo de la película “El hombre bicentenario”.     Pero lo de James Horner no son solo los autoplagios, también busca con demasiada frecuencia inspiración en otros músicos. Por ejemplo, aquí tenemos el tema principal de “Cariño he encogido a los niños”.     La melodía y el ritmo recuerdan bastante al clásico del jazz “Powerhouse” de Raymond Scott.     En fin, vamos a terminar con la otra cara de la moneda. Cuando son otros músicos los que copian a James Horner. Aquí tenemos un tema de aire irlandés que nuestro hombre escribió para la película “La sombra del diablo".     Pues unos cuantos años después llegó William Ross, otro compositor que últimamente ha aparecido bastante en esta sección, y le copió la melodía en su banda sonora para la película “Brigada 49”. Aquí está la prueba.     TCM va a ofrecer durante el mes de mayo un ciclo dedicado a Orson Welles que incluye la emisión de “Two much Johnson”, una cinta descubierta el año pasado y que supone la primera película filmada por el genio norteamericano, ya que la rodó en 1938, dos años antes que “Ciudadano Kane”. Junto a este estreno en televisión se van a emitir algunos de los títulos más conocidos de Orson Welles. Entre ellos, “El cuarto mandamiento”, que es la película de la que os hablaremos en el programa.

El film está  basado en una novela del escritor Booth Trakington, ganador del premio Pulitzer, titulada “La magnificencia de los Ambersons” que contaba la historia de una familia rica y poderosa de Indianápolis a finales del siglo XIX y que pasa de ser una de las familias más importantes de la ciudad a arruinarse completamente, dejando paso a una nueva época en donde aparecen nuevos ricos ligados a la  incipiente industria del automóvil. Orson Welles presentó a la productora una versión de 131 minutos. Pero después de algunos preestrenos la RKO decidió cortar la película, dejarla en 88 minutos y rodar un final distinto. El resultado final es un film que muestra algunos retazos del genio de Welles y que  invita a imaginar cómo hubiera sido la película si se hubiera respetado su versión íntegra. Y nada más, como siempre os recordamos que además de oír el programa en directo de 5 a 6 de la madrugada podéis bajaros los podcast del programa de las páginas web canaltcm.com y cadenaser.com. Hasta la semana que viene.

Antonio Martínez

Antonio Martínez

Lleva más de 30 años en la SER hablando de cine y de música. Primero en 'El cine de Lo que yo te diga',...

 
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