Juan José Millás y Rosa Montero se rinden ante las memorias de Andre Agassi

Juan José Millás y Rosa Montero se quedaron enganchados a Open, la autobiografía del tenista Andre Agassi, desde la primera página. Un estado de salud que, a los 36 años, el deportista asemeja al de un anciano y el lamento de haberse entregado a una carrera que, en realidad, detestaba. A propósito del verano, Millás ha matizado que "lo de la vuelta de vacaciones es un concepto retórico, porque nadie ha desconectado".

Que al cantante José Feliciano le hayan robado las maletas ha despertado las ganas del escritor por recordar su trayectoria. Su música, de hecho, ha abierto una hora en la que Millás ha reiterado su curiosidad hacia la vida de Andre Agassi. "Es una peripecia existencial tremenda", cuenta, antes de explicar que uno de los momentos álgidos de la narración llega cuando, por fin, el tenista describe qué se siente al esperar, en un extremo de la pista, una pelota que viene a más de 200 km/h.

También el matrimonio de revista de moda que Agassi tuvo junto a Brooke Shields ha aderezado este programa que el autor ha querido compartir con la también escritora Rosa Montero. "Mucha gente pasa su vida encadenada a un trabajo que no le gusta nada", reflexiona ella, en referencia al tenista, aunque recuerda que hay gente que trabaja durante treinta años en el mismo puesto de trabajo de una cadena de montaje.

El autor ha llamado la atención sobre la periodista Thais Villas, que acostumbra a visitar barrios ricos y barrios obreros a la búsqueda de respuestas. Los destinos de vacaciones son, de hecho, un maravilloso termómetro para captar las desigualdades, como las que Millás anota en septiembre con respecto de la vuelta al cole: hoy no se subrayan los libros, y está por ver si es mejor forrarlos o no, dado que posteriormente habrá que pasárselos a otra familia que también lo consiga gratis.

Un buen repaso al Gobierno y a lo que este se dedica desde la retórica de la regeneración democrática ha puesto la guinda de una hora que se ha despedido desde la madrileña plaza del Callao. Allí, las colas eran interminables para conseguir alguna bolsa de fruta de entre los 20.000 kilos que hoy regalan los agricultores españoles. El veto ruso a la agricultura europea provocará una pérdida que, siguiendo las cifras del año pasado, alcanzará los 340 millones. El reparo por encontrarse pidiendo comida en pleno centro de Madrid llevaba a las familias a ocultarse bajo gorras y gafas oscuras.

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