Parque transfronterizo de Kgalagadi

Ir de Safari es mucho más que ver "bichos" , tal y como llaman los entendidos y experimentados a los animales. Es vivir un cúmulo de sensaciones, difíciles de explicar, y que únicamente se consiguen yendo a este tipo de entornos donde observar a los animales en su hábitat natural y ayudan a entender algunos aspectos del funcionamiento de este sistema en el que vivimos.

Los leones vigilan y protegen sus manadas, las leonas son las que se encargan de cazar y amamantar a las crías hasta que empiezan a poder tener vida propia. En ese momento si son crías machos tendrán que buscar una manada donde imponer, mandar y dejar constancia de su autoridad. Sólo hay un León por manada y muchas leonas. Por lo que todo esto supone es conocido como "el rey de la selva".

Estar cerca del rey de la selva genera una serie de sensaciones solo equiparables a las que genera sobrevolar el desierto del Namibia con helicóptero. Perderse por las arenas del desierto o disfrutar de la puesta del sol desde la famosa duna 45 han sido dos experiencias maravillosas. No necesitaba más, pero a veces hay experiencias que se han de aprovechar cuando llegan, en el momento en que llegan y en el lugar donde llegan. Y disfrutar de la inmensidad del desierto con el más que guía, Antonio Chamorro, ha sido una experiencia cargada de sensaciones intensas en todos los sentidos que no tengo palabras exactas para reflejarlo. Por mucho que lo intentara, se quedaría corto. Así que os invito a que os aproximéis a esta maravilla del mundo a través de sus fotografías en su, pequeño y a la vez grandioso, espacio en las redes sociales, "Fotógrafos de África". Y que cada uno imagine y sienta.

Desde qué salimos hace una semana en esta ruta del Gran Okavango desde Cape Town el viaje va creciendo en intensidad. Kananga Viajes lo tiene muy bien estudiado para que sus rutas nos ofrezcan lo que necesitamos en cada momento. Días más intensos y momentos de relax que nos permiten asimilar todo lo que vivimos cada día que no es poco. Una gran. Áridas de actividades, excursiones distintas y experiencias totalmente diferentes a comienzan vine temprano cada mañana. Viajamos y vivimos con la luz solar natural , de 6 AM a 6 PM.

Los dorados de sus paisajes, los verdes y los rojos son colores habituales en estos entornos y a los que estamos habituados pero que cada día te siguen sorprendiendo. La variedad de matices y sus tonalidades cambiantes los hacen especiales y diferentes. Como especiales son los lugares y actividades que nos permiten disfrutar de la puesta de sol en el Kopje o bajar hasta el Fish River Canyon, dormir en una granja y en un refugio, ver los caballos salvajes en su hábitat natural, navegar entre pingüinos, focas y delfines, caminar bajo la luz de las estrellas o sentir la luna más que nunca, más cerca, más grande y roja como nunca antes la había visto, o pasar por el Trópico de Capricornio. Momentos que se combinan con las largas jornadas de viaje, donde se para el mundo, donde sólo vale pensar, reflexionar, leer, escuchar música y disfrutar, relajarse y desconectar. Conocer más a la crew o el personal que viaja con nosotros y que nos hace más fácil, mejor y más agradable nuestro viaje. Víctor, Costas, Silence y Clayton son de Zibabwe y viajan con nosotros cada día y cada noche. Forman parte de nuestra "familia"y se encargan de la infraestructura necesaria para que no nos falte de nada. Cocinan delicias diarias aunque nada me hizo más ilusión que poder cenar tortilla de patatas, al más estilo español, gracias a la generosidad y las buenas dotes culinarias de Rafa y Angel. Una tortilla que degustamos entre todos (Montse, María, Carina, Conchi, Pepi y Luis, José Antonio y Josep, Nicolás, Marta, Nuria, José Luis, Miquel y Montse, Sento y Carmen, José Luis y Mari Angeles). Un regalo para todos.