Duvall de Oscar

El juez es la primera producción del Team Downey, la productora que el actor Robert Downey Jr ha creado junto a su esposa. Con su puesta en marcha da la sensación de que el actor se haya cansado de meterse en el traje de Iron Man y necesite otro tipo de papeles con el que participar en la incipiente temporada de premios. Lo más destacable de El juez es el duelo interpretativo entre el propio Downey y Robert Duvall. El guion, la historia, el escenario y hasta secundarios de renombre, como Vera Farmiga, Leighton Meester, Melissa Leo o Billy Bob Thornton, funcionan en el filme como mero acompañamiento al servicio de esta historia familiar.

Si el año pasado fue Agosto el drama encargado de sacar a flote las vergüenzas de una familia de provincias, este año ese papel se lo reserva El Juez, donde son los personajes masculinos quienes destapan la caja de los truenos. Robert Downey Jr es un abogado rico al que le quedan estupendamente los trajes de marca, pero bastante miserable y deslenguado. Robert Duvall es su padre, un honorable juez que vive por y para impartir justicia. La muerte de la madre hace que el hijo pródigo regrese al hogar familiar y, con su regreso, vuelven también los traumas familiares.

Menos teatral que Agosto (20013), el guion es lento y poco fluido. El juez no sólo se mueve por el drama familiar, intenta colocar momentos cómicos, que corren a cargo de Robert Downey Jr, y nos traslada al drama judicial, cuando el hijo debe defender como letrado al padre. La indefinición es el principal problema de un guion poco vibrante y que solo sale a adelante con las interpretaciones de los dos protagonistas. David Dobkin es el director con el que el Team Downey ha decidido debutar en Hollywood, un drama que se le queda algo grande a este director de comedias como De boda en boda (2005) o El cambiazo (2011) . En definitiva, El juez es un drama familiar con moralina que podría haber sido mucho más, pero que se atreve a parodiar la elección de los temidos jurados populares.