Urticaria
Reflexión sobre los negocios que el expresidente Aznar hizo con el dictador libio Muamar el Gadafi
Urticaria
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Madrid
El diario.es reveló ayer una noticia del borroso mundo moral en el que nos movemos. Una filial de la empresa Abengoa contrató al expresidente Aznar para mediar ante el Gobierno de Gadafi y conseguir adjudicaciones de nuevas desaladoras. Aznar recibiría una comisión del 1% de cada adjudicación. En septiembre de 2010, a la firma del contrato, Aznar cobró un adelanto de 100.000 €. La guerra contra Libia y la muerte de Gadafi frustraron un negocio que prometía ser suculento. Un negocio que es legal porque el expresidente español había dejado el cargo seis años antes y porque Gadafi ya estaba limpio.
Gadafi, cuyo gobierno había sufrido severas sanciones internacionales tras el atentado de Lockerbie, en Escocia, se limpió utilizando el quitamanchas más eficaz del mundo: el dinero. Sí, gracia a él, con indemnizaciones millonarias y fantásticos contratos petrolíferos regresó al seno de la comunidad internacional.
Todos los mandamases del mundo le hicieron la ola, entre ellos, Zapatero. Aznar, también. Aznar se hizo su amigo. Hizo negocios. Y es legal. Pero ver al azote de los terroristas haciendo negocios con Gadafi produce urticaria ética.