La tradición del monte de las Ánimas

Soria

-Atad los perros; haced la señal con las trompas para que se reúnan los cazadores, y demos la vuelta a la ciudad. La noche se acerca, es día de Todos los Santos y estamos en el Monte de las Ánimas.

 -¡Tan pronto!

 -A ser otro día, no dejara yo de concluir con ese rebaño de lobos que las nieves del Moncayo han arrojado de sus madrigueras; pero hoy es imposible. Dentro de poco sonará la oración en los Templarios, y las ánimas de los difuntos comenzarán a tañer su campana en la capilla del monte.

 -¡En esa capilla ruinosa! ¡Bah! ¿Quieres asustarme?

 -No, hermosa prima; tú ignoras cuanto sucede en este país, porque aún no hace un año que has venido a él desde muy lejos. Refrena tu yegua, yo también pondré la mía al paso, y mientras dure el camino te contaré esa historia.

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Así comienza esta leyenda que Gustavo Adolfo Bécquer escuchó en su viaje por tierras sorianas y que decidió publicar en 1862. ‘El monte de las ánimas’. La historia narra los hechos acontecidos la noche del 1 al 2 de noviembre allá por los tiempos del medievo en Soria.

La capital cumple con la tradición literaria en el Día de Difuntos, con la lectura de Leyenda en homenaje al poeta Bécquer. El objetivo es superar la barrera de los 7.000 participantes después de 28 años de historia y el impulso experimentado en los últimos cuatro, desde que se reinventara retornando al río Duero y con una visión, además de cultural, turística. Ernesto López, de la asociación amigos de las ánimas, recuerda que esta cita nació con 25 amigos que se juntaban a leer a Bécquer. “Este año le vamos a dar una tercera dimensión al espectáculo de la lectura porque si hace dos años contábamos con el actor de doblaje José María del Río –la voz de Morgan Freeman-, o el año pasado con Pepe Mediavilla –que pone voz a Jack Nicholson-, ahora damos un giro y tendremos con nosotros a un documentalista como es Camilo García”.

Un tétrico paseo nocturno por las antiguas calles de Soria guiado por candiles y antorchas y acompañados de esqueletos, títeres gigantes, monjes templarios y otros espectros de la noche. Todo ello amenizado con música en directo y pirotecnia que ayudar a recrear, más si cabe, el ambiente lúgubre, frío y misterioso típico de esta Noche de Difuntos.

Dicen que después de acaecido el suceso que ustedes tienen que descubrir, un cazador extraviado que pasó la noche de difuntos sin poder salir del Monte de las Ánimas, y que al otro día, antes de morir, pudo contar lo que viera, refirió cosas horribles. Entre otras, asegura que vio a los esqueletos de los antiguos templarios y de los nobles de Soria enterrados en el atrio de la capilla levantarse al punto de la oración con un estrépito horrible. Un homenaje a la literatura, pero también a la fantasía y el misterio.