Diputados opacos

Madrid

¿Cuánto dinero se gastan nuestros parlamentarios en viajes pagados con los fondos de las Cortes? ¿Cómo deben justificarlos? ¿Quién controla esos gastos? Los 32 viajes de José Antonio Monago a Canarias en 18 meses han vuelto a plantear la necesidad de hacer transparente la gestión del dinero que maneja el Congreso y el Senado.

Hasta ahora ninguna de las dos cámaras tienen la obligación de informar del presupuesto dedicado a pagar los desplazamientos de los parlamentarios. Diputados y senadores viajan gratis por territorio nacional, con cargo a fondos públicos, tanto en avión, como en tren y en barco, y si lo hacen en su propio automóvil, se les abona 25 céntimos por kilómetro recorrido. Además, cuentan con una tarjeta personalizada con un límite anual de 3.000 euros para desplazarse en taxi por la ciudad de Madrid. Así figura en los reglamentos de ambas Cámaras, aunque la del Senado añade algún detalle más: Por ejemplo, que también se les pagan los gastos de aparcamiento en estaciones de tren y aeropuertos y, previa justificación, los importes de los peajes de las autopistas.

“El Congreso no es transparente, falta bastante para que sea homologable a otros parlamentos”, el catedrático Manuel Villoria tiene claro que hay mucho camino por hacer y aboga por tomar como ejemplo al Poder Judicial. “No tenemos claro los desplazamientos, cuánto se gastan en las comidas, no es tan difícil... el CGPJ ahora mismo es plenamente transparente, se puede ver cuándo o dónde viajan en su web”, explica. Villoria, también director del departamento de Gobierno, Administración y políticas públicas del Instituto Ortega y Gasset, defiende que ahora la transparencia es una exigencia mayor y se pregunta cuántos escándalos necesitaremos para aprender.

Federico Buyolo, un buen ejemplo

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Pedagogo y diputado, Buyolo es uno de los diputados que mantiene actualizada la agenda en su página web para que cualquier ciudadano pueda consultar sus desplazamientos y actos. Este parlamentario socialista pide al Congreso que regule este aspecto porque ya no se puede confiar en la ética y defiende que la mayoría de diputados trabaja para “dar soluciones a este país”.

¿Qué piensan y opinan los diputados?

Meritxel Batet (PSOE) asegura que en un momento en que la ciudadanía reclama transparencia, el poder legislativo –máximo órgano de representación- “no puede quedar al margen”. La socialista exige incrementar la transparencia y quiere presentar una propuesta para justificar los viajes, aunque apunta que “están convencidos de que la inmensa mayoría hacen un uso adecuado y lo circunscriben a sus obligaciones”.

Irene Lozano (UPyD) dice sentir vergüenza tener que poner énfasis en esta cuestión a estas alturas. “Cuando nos pagan los viajes con dinero público, la gente tiene derecho a saber adónde vamos y por qué”. La diputada cree que el Congreso es una institución opaca y recalca que “han tenido que batallar para hacer públicas sus nóminas y no lo han conseguido”.

Joan Coscubiela, de la Izquierda Plural, aclara que “el pago de los transportes por cuenta del Congreso no es privilegio”. El parlamentario aboga por publicar los salarios de los diputados con asignaciones y gastos para evitar confusiones. “El Congreso debería publicar de forma individualizada lo que cobra cada diputado y así se vería que el mito de las multiplicaciones no es así”, sostiene para concluir que “el mejor control es la transparencia, pero no puede quedar en manos de cada diputado”.