¿Transparencia política o mero espectáculo?

Madrid

Esta tarde, una mesa de evaluación de dirigentes del PP madrileño, en presencia de los medios, evaluará a la candidata a la alcaldía de Collado Villalba que sustituirá a Agustín Juárez, imputado en la Operación Púnica. Es una de las medidas de regeneración y transparencia impulsadas por Esperanza Aguirre, aún presidenta de una formación que tiene a una veintena de imputados entre sus filas.

No nos opondremos a cualquier acción de regeneración política, pero tenemos al menos tres dudas sobre “esta” evaluación. La primera, que en la presunta fortaleza el PP evidencia su debilidad, porque en principio deberían fiarse de alguien a quien presentaron como candidata a concejal y ha ejercido su cargo sin mancha conocida. La segunda, sobre el ámbito, porque quizás el examen corresponda a los concejales que van a elegirla y no al partido. Y la tercera, sobre la eficacia de un examen que habría pasado sin tacha el presunto corrupto al que ahora se sustituye. Porque identificar al mentiroso o al delincuente sobrevenido no parece que esté entre las capacidades de una mesa de evaluación constituida por políticos.