Ocurrencias frente a habilidad

Madrid

Al presidente le molestan los conejos que salen de las chisteras y tiene razón en huir de las ocurrencias. Pero una cosa son las ocurrencias, ideas repentinas sin base real, y otra que a un político no se le ocurra nada, es decir que no tenga la suficiente habilidad e inteligencia como para encontrar una fórmula que le permita afrontar una situación política objetivamente difícil. Es decir, una situación como la que se ha creado en Cataluña como consecuencia de la creciente presión de los sectores independentistas y de la pareja falta de reflejos del partido en el gobierno.

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La conferencia de prensa celebrada ayer por el presidente Mariano Rajoy estaba destinada a tranquilizar a sus militantes, o al menos al sector más radical de su partido. Por eso dejó una impresión tan pobre. Quizás sus seguidores se tranquilicen, ojala, pero eso no le va a permitir avanzar ni un metro en la búsqueda de soluciones reales. Alguien debería advertirle que no es buena idea intentar trasladar la presión a los socialistas, esperando réditos electorales, en lugar de intentar recuperar la iniciativa frente a los independentistas. No está el patio para ocurrencias tan mezquinas. Quizás todo le hubiera ido mejor si se hubiera reunido con el inteligente Miquel Iceta, en lugar de escuchar al PP catalán.