Un cuarto de siglo del Caso Ellacuría

Madrid

La noche del 15 al 16 de noviembre se recordará siempre en El Salvador como la fecha en la fueron asesinados los "Mártires de la UCA", un grupo compuesto por ocho personas; seis sacerdotes jesuitas (cinco españoles) y dos trabajadoras domésticas. Su muerte supuso el punto de inflexión que llevó al final de una cruenta guerra civil que se había vivido en el país desde principios de los años 80. "Fue un precio muy caro el que hubo que pagar", señala el padre Jesús Sariego, compañero de los jesuitas asesinados, y que explica en una entrevista a la Cadena SER, que la situación que se vivía en la UCA (Universidad Centroamericana José Simeón Cañas) era muy delicada, con amenazas constantes e incluso habla de algún atentado contra sus instalaciones. Señala que el padre Ellacuría (el rector del centro) tuvo que abandonar el país durante unos meses al ver su vida en peligro.

"La razón del asesinato es porque la posición de la UCA, y posteriormente la de la Iglesia, era que había que sentarse a negociar", precisa el padre Sariego. Hace 4 años, el programa Hora 25 entrevistó a un testigo protegido que recibió directamente la orden de asesinar a los sacerdotes, pero se negó a acatarla. Sin querer apuntar directamente al presidente de entonces, Alfredo Cristiani, indica que la orden salió de altos mandos militares.

El caso ha sido enjuiciado en El Salvador y terminó con varios condenados. Sin embargo, una ley de amnistía provocó que los encarcelados por la matanza abandonasen la cárcel. Hoy en día hay varios tribunales internacionales que están estudiando reabrir el caso. En España, el magistrado Eloy Velasco ha abierto una investigación en virtud del principio de justicia universal, pero la reforma de este principio -realizada por el Gobierno este año- ha provocado que solo puedan ser juzgados en España los delitos relacionados con los cinco españoles asesinados.

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El abogado de los militares salvadoreños, Antonio Alberca, no cree que sus representados lleguen a sentarse en el banquillo por varias razones: el caso ya ha sido juzgado en El Salvador, hay una ley de amnistía decretada en ese país centroamericano y los hechos por los que le quiere juzgar han prescrito. Añade el letrado que España practica un doble rasero ya que presente enjuiciar a unos militares extranjeros por delitos amnistiados o prescritos y a la vez se niega a extraditar a altos cargos del franquismo por hechos similares. El padre Sariego explica que el objetivo de la Compañía de Jesús no es que los culpables acaben en la cárcel o remover el pasado, sino sentar las bases para que se esclarezcan los muchos crímenes que se cometieron durante esos años en El Salvador.

A lo largo de estos días se celebrarán por todo el país vigilas en recuerdo de los asesinados. El padre Ellacuría y sus compañeros siguen presentes en el día a día de la UCA, ya que su objetivo de convertir el centro en un lugar donde no solo se enseñase un oficio, sino hacer de la universidad una plataforma crítica.