¿Ejemplaridad o injusticia?

Madrid

Ched Evans, un jugador de fútbol del Sheffield United que acaba de cumplir su condena por un delito de violación, no podrá volver al club en el que jugaba antes de ser encarcelado. Varias personalidades socias del club inglés anunciaron que renunciarían si Evans volvía a jugar, 150.000 personas firmaron una petición en este sentido y hasta el viceprimer ministro, Nick Clegg, advirtió que el club debería “pensarse mucho” readmitir al futbolista en sus filas. El club les ha hecho caso.

¿Es una decisión ejemplar o injusta? Se podría argumentar que una persona condenada por un delito tan aberrante difícilmente puede encarnar los valores del deporte. Pero también, que la pena, en un estado de derecho, ha de cumplir la doble función de resarcimiento del daño causado y de la posterior reinserción del delincuente. Un asunto espinoso en el que quizás las firmes convicciones podrían tambalearse si el delincuente fuese Balón de Oro.