Ni un asunto privado, ni cosas de pareja

Madrid

Hoy vamos a intentar contarles la historia de tres mujeres. La de Ana, que tenía 37 años, y era enfermera. Había fundado con sus hermanas una empresa de ambulancias, con dificultades como todos los negocios, pero con tanto empeño que Ana ganó el premio de Mujer Emprendedora que concede la Asociación de comerciantes de su ciudad. Pues esta emprendedora ya no emprenderá más y sus hijas de 14 y de 6 años crecerán sin madre. Ana y su marido estaban separándose y justo en ese momento, el más peligroso de las relaciones con hombres que creen que las mujeres son cosas que ...o son suyas o de nadie...en ese momento, ayer, él la mató disparándole con una escopeta de caza. No había denuncias previas

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De Rosa sabemos menos datos. Era de Valladolid y también mató ayer su ex-pareja. Y en este caso sí hubo denuncias, ordenes de alejamientos, compasión mal entendida, y al final la muerte. Idoia, en Bilbao consiguió sobrevivir al ataque de su ex-marido y ya está en casa. De ellos, de los hombres que matan a sus mujeres o que lo intentan, siempre hay muy poca información. Hoy también

Ellos son los directamente responsables de este horror...y por desgracia el que quiere matar, busca las rendijas para hacerlo. Pero dos mujeres muertas y una herida en apenas 24 horas nos obligan a mirar de frente este martes de nuevo la violencia machista. Y señalar las posibles rendijas por las que se cuela la muerte de mujeres. Por ejemplo, hoy toca recordar que 14 de las 15 muertas de este 2014 que denunciaron previamente a sus asesinos fueron calificadas como de bajo riesgo por la policía. O que sólo el 1,5% de las denuncias por malos tratos las presenta la familia o el entorno de la víctima. Sólo el uno por ciento. Costó muchos años y muchas muertes que se entendiera que la violencia machista no era un asunto privado. Que lo que pasa detrás de las puertas de un hogar donde se maltrata apela a toda la sociedad. Ni un asunto privado, ni un asunto de pareja: es un delito... Y dar la voz la alarma a los primeros síntomas, puede evitar una muerte.