La guerra de los dentistas
Los Colegios oficiales de odontólogos denuncian los métodos usados en las franquicias dentales pero estas se defienden asegurando que son igual de profesionales que el resto
Barcelona
Los Colegios oficiales de odontólogos han puesto en marcha una campaña informativa ‘No muerdas el anzuelo’ para denunciar los métodos usados en las franquicias dentales. La intención es disuadir a la posible clientela de las clínicas low cost, con más de 600 centros en nuestro país, y precios muy por debajo de las tarifas de un dentista tradicional. Esta mañana en Hoy por hoy con Gemma Nierga, el Doctor Óscar Castro, presidente del Consejo General de Odontólogos y el Doctor Luis Cañada, propietario de la cadena de clínicas dentales Care Dent han defendido sus respectivos modelos.
¿Podemos fiarnos de las clínicas dentales 'low cost'?
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¿Está nuestra salud bucodental en buenas manos? El propio consejo general de Odontólogos lo pone en duda, y señala directamente a las cadenas dentales “low cost”. El Doctor Óscar Castro, presidente de dicho consejo, que representa a todos dentistas que ejercen en España, asegura que “no es un campaña” sino “la constatación de un hecho”. Se refiere el doctor Castro al incremento de las denuncias hacia un modelo de clínicas, franquiciado y con precios, en apariencia, muy competitivos donde considera que prima “un factor comercial” y queda “en segunda plano” el factor sanitario. “Cuando se mezcla salud con dinero” asegura el representante máximo de los dentistas, “la balanza se inclina siempre en perjuicio del paciente”.
¿Competencia desleal?
Lo que está en duda si estas campañas anti-low cost tienen, en el fondo, el objetivo de mermar a esta competencia de precios bajos. En una de esos anuncios, financiado por el Colegio de Odontólogos de Valencia, se dice literalmente: “¿Implantología por 235 euros? No te están contando toda la verdad”. El Doctor Castro asegura que esas grandes ofertas tienen trampa. “Cuando te dan el presupuesto final te dicen que no está incluida la cirugía preprotésicos, los elementos protésicos…y luego, al final, la factura normalmente asciende a más de 1500 euros”.
Tensión entre los dos frentes
Según iba desarrollándose la conversación, la tensión aumentaba entre los dos representes. El doctor Cañada acusaba al Consejo de atribuir a sus clínicas el uso de un material “malo”. ¿Por qué no sacas una lista diciendo que implantes se pueden poner” le pregunta Cañada al representante de los dentistas al que además acusa de llevar “una campaña de promoción contra todas las cadenas, da igual cual sea”. Por su parte, el doctor Castro asegura que el 36% de las denuncias se concentran en las clínicas dentales low-cost que a su vez solo son el 4,5% de todos los centros dentales en España. “Esto es un hecho constatado” ha afirmado Castro que explica que por eso, el Consejo General de Dentistas, tiene la obligación de denunciarlo”. Dos frentes que, como en una guerra de trincheras, se aferran a sus argumentos, disparan a discreción pero sin que el ciudadano pueda intuir el final de esta guerra, ni saber quiénes son aquí los buenos y quiénes los malos. El consumidor vuelve a perder en la guerra.