Sin duda, una buena noticia

Madrid

Vuelco histórico en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Después de décadas de desencuentros, de bloqueo, de aislamiento y de relaciones rotas, hoy se abre la puerta para que los dos países retomen estas relaciones y las normalicen, en el terreno económico, en el diplomático y en el humano.

Barak Obama reconoce que tantos años de aislamiento no han servido de nada y Raúl Castro dice que hay que aprender a convivir con esas diferencias que les han mantenido alejados. Es sin duda un hecho histórico cuya primera escenificación puede ser la apertura de embajadas en uno y otro país, facilitar los viajes y sacar a Cuba de la lista de estados que apoyan el terrorismo.

Ya hacía tiempo que desde Estados Unidos se pedía a Obama gestos en este sentido. Demostrado ha quedado, como decía Obama, que el bloqueo no ha servido de nada. El régimen cubano, sigue siendo el régimen cubano aunque Raúl haya sustituido a Fidel. Se le pedía, pues, al presidente nortemaricano pragmatismo, pensando el posible potencial de la isla que ha ido abriéndose un poco a las reformas económicas y sociales, pensando en las inversiones norteamericanas, antes que Chia o Rusia se queden con el pastel.

Y luego está la gente o, sobre todo, esta la gente, esos cubanos que tienen familias partidas por la mitad, cerquita en kilómetros, en Estados Unidos, lejos en la posibilidad de abrazarse. Incluso la gente a las que les contaron un día en uno y otro lado que eran enemigos, que no se podían querer, porque la política así lo había decidido. Tienen derecho a decidir por sí mismo a quien quieren querer y a quien no. Que la política no decida por ellos, la misma política, por cierto, que permite acuerdos entre Estados Unidos y países cuyos dirigentes políticos vulneran una y otra vez los derechos humanos pero que mientras tanto seguía manteniendo el bloqueo a Cuba, el bloqueo a los cubanos.

La de hoy, es, sin duda, una buena noticia.