Doñana como símbolo

Huelva

Bienvenidos a La Ventana. Ventana que hoy abrimos desde la mayor reserva ecológica de Europa. Les hablamos desde Doñana y estamos de celebración porque este espacio cumple 50 años, pero estamos también de debate, porque hoy mismo ha habido una manifestación de agricultores, que protestan por el cierre cautelar de pozos y por el nuevo plan de regadíos. Esta es una buena piedra de toque para que enfoquemos la gran cuestión de fondo, que no es otra que fijar prioridades. Doñana es uno de los espacios naturales más importantes del planeta, una zona clave para el mantenimiento de la biodiversidad y no sólo por las aves, por el lince... también por sus humedales y marismas que constituyen un depósito de material genético y vegetal fundamentales para investigar el origen de la vida y por lo tanto proyectar el futuro. Doñana es todo eso, y más cosas, es un símbolo.

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Sin embargo, en Doñana también viven personas; hay miles de puestos de trabajo, por ejemplo en el sector de la fresa que dependen del agua. Que se lo pregunten hoy mismo a la gente de Almonte. Pero el futuro de esta reserva biológica depende de esa misma agua, así que la pregunta es obvia: ¿cómo hacer la cuadratura del círculo, cómo articular la convivencia? Pues lo que decíamos: fijando prioridades. Y es ahí donde aparece la política y las decisiones a corto o a largo plazo. Un dato: en tiempos de crisis, la inversión pública en los espacios naturales se ha reducido más de un 60% en los últimos cuatro años; y también el empleo en los parques naturales, casi en la misma proporción (hablamos del conjunto de España). O sea que los números se habrán medio cuadrado, pero... ¿y los efectos de esos recortes? Los habrá, seguro, pero tardarán en hacerse notar. Y ya se sabe que las reservas ecológicas y los animales son frágiles: no se quejan, no se movilizan, no votan... pero su ecosistema va más allá de los ciclos políticos. Así que hoy, como les decía, estamos de fiesta en Doñana, estamos de celebración, pero también de debate.