"Máximo San Blas era el pensador de la opinión dibujada"

Madrid

Máximo representaba la elegancia del pensamiento nacional; el humorista se mantuvo siempre alerta contra el ruido que entró en la opinión española para darle la razón a los periodistas que tomaban la pluma, y la toman, para dejar claro que saben más que nadie. Máximo cultivó la duda y la produjo en otros, y de esa duda, literalmente, no se salvaba ni Dios, que fue protagonista de sus cuadros periodísticos. Contribuyó a crear la sensación de que el mundo no se acababa todos los días, sino que renacía con la frescura de sus pensamientos. Era el pensador de la opinión dibujada en el que nos fijábamos todos para sentir que el olor de catástrofe no era lo único que alimentaba la vida. Era un hombre tímido que reía como pidiendo permiso para hacerlo.

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