"En la guerra todo sale mal"
Los tanques de guerra son protagonistas de uno de los estreno de las semana, "Corazones de Acero", hemos analizado la película con la ayuda del Jefe del 2º Batallón de Carros del Ejército.
Barcelona
La película “Corazones de Acero" sumerge al espectador en el habitáculo de un carro de combate del Ejército americano, tras la líneas nazis, en pleno corazón de Alemania. Y hace sentir una claustrofobia que sólo alcanzan las buenas películas de submarinos.
abril de 1945
Mientras los Aliados inician su ofensiva final en el frente europeo, un sargento de artillería llamado Wardaddy (Brad Pitt) se encuentra al mando de un tanque Sherman y de los hombres que componen su dotación, en una misión mortal detrás de las líneas enemigas. Superados en número y en armamento, y con un soldado novato metido en sus filas, lo tendrán todo en contra en su heroico intento de lanzar un ataque en pleno corazón de la Alemania Nazi.
Para analizar la película nos ha acompañado el teniente coronel José María Ortega, Jefe del 2º Batallón de Carros del Ejército. Nos ha explicado porqué los militares hablan de carros de combate y el público en general, los conoce como tanques de guerra. "Era un arma secreta, los británicos los llamaban tanques, para hacer creer al enemigo que se trata de tanques de agua".
El teniente coronel Ortega también destacó la fidelidad del film a la hora de reflejar la superioridad técnica de los tanques alemanes ante los carros de combate Sherman del Ejército norteamericano.
Ayer la película fue presentada ante la prensa, y ante un regimiento de Infantería Acorazada del Ejército. Los militares se han sentido identificados con la claustrofobia que transmite el interior de los tanques de guerra en la película, y cómo retrata la camaradería de una tripulación de un carro de combate, que difumina las jerarquías militares.
