Unas frases del Papa que han desconcertado al respetable

Madrid

Les cuesta a nuestros amigos deglutir las palabras del Papa. Y es que no es fácil. Como saben, Francisco sacó unos ánimos boxísticos desconocidos, en una broma –si es que era broma- muy poco afortunada: “Si insulta a mi madre puede esperar un puñetazo”, pero también dijo, y ya no como improvisación, sino como mensaje muy estudiado, “No se puede provocar, no se puede insultar la fe de lo demás. No puede uno burlarse de la fe”. O sea, que el Papa se alinea con las voces que opinan igual desde el islamismo sobre la libertad de prensa: pongamos límites.

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Curioso que ninguno de los chicos de la Prensa del Movimiento haya hecho editorial –corto o largo- sobre el asunto. Este Ojo cree saber qué ha ocurrido. Lo que ha debido pasar, o eso parece, es que llevado por la pasión del momento, el director de La Razón, como ejemplo, quiso demostrar que él era más libre que nadie y reprodujo las portadas de Charlie Hebdo. Pero si a aquella decisión le superponemos ahora el marco fijado por el Papa, resulta que lo que hicieron en casa Marhuenda fue, Francisco dixit, “provocar y burlarse de la fe”. ¡Qué horror!

¿Y cómo se digiere tal rapapolvo, cuando La Razón -tan beatos ellos- son el soporte español de L’Osservatore Romano, esas hojillas que pomposamente llaman periódico en el Vaticano?