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DISCOTECA DE ORO

El tiempo no pasa por la más clásica de las películas

El pasado viernes 23 de enero se cumplió el 72 aniversario del estreno de “Casablanca”. Aunque la cifra no es muy redonda hemos aprovechado la ocasión para recordar su banda sonora y las anécdotas de su creación en nuestra sección “Discoteca de oro”.

Madrid

Más que una película podemos considerarla un mito de la cultura popular, una de las cintas que mejor representan el cine clásico de Hollywood. Quizá por ello es la película que más veces se ha emitido en televisión e incluso los que no la han visto nunca saben cosas de ella. Conocen a sus personajes, algunos de sus famosos diálogos y, desde luego, identifican al instante su famoso tema musical, “As time goes by”, una canción que es el eje central en torno al cual gira toda su banda sonora.

Notas de Cine (25/01/2015)

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Esta melodía que hoy todos consideramos inmortal pasó desapercibida para el público cuando se estrenó como parte de un musical de Broadway de principios de los años 30. En cambio no pasó desapercibida para el dramaturgo Murray Burnett que la incluyó en la obra de teatro en la que se inspira Casablanca: “Todo el mundo va a Rick’s”. Aunque ésta pasó sin pena ni gloria por los escenarios la productora Warner decidió comprar sus derechos ya que la consideraba un buen argumento patriótico para levantar el ánimo de los espectadores estadounidenses en plena Segunda Guerra Mundial.

Cuando se hizo la adaptación al cine los guionistas decidieron mantener la canción de Rick e Ilsa, los dos amantes que se reencuentran en Casablanca y a los que, como todo el mundo sabe, dan vida Humphrey Bogart e Ingrid Bergman. En cambio en lo referente a su intérprete, el pianista Sam, los productores querían sustituirle por una cantante de color. Incluso se pensó en darle el papel a Ella Fitgerald o a Lena Horne. Al final decidieron que hacer del mejor amigo de Rick una mujer habría complicado demasiado la trama desde el punto de vista emocional y además, en aquellos tiempos, no era muy común que un hombre blanco tuviera como compañera de aventuras a una mujer de color. Así que se hizo un casting de “Sams” masculinos y el elegido fue un cantante rollizo y jovial llamado Dooley Wilson.

Wilson era casi un desconocido. Había trabajado durante años en una compañía de actores negros y lo de Dooley le venía porque se había especializado en papeles de irlandés que él interpretaba con la cara pintada de blanco. Por aquella época Wilson estaba en nómina de la Paramout y la Warner tuvo que alquilar sus servicios. La Paramount recibió 500 dólares semanales durante el tiempo que durara el rodaje, de los cuales solo 150 fueron a parar a los bolsillos de Wilson. Cobraba menos que la mayoría de los técnicos del rodaje. El actor cantaba varios temas a lo largo de la película pero no sabía tocar el piano. Lo suyo era la batería. Así que otro pianista tocaba mientras él simulaba mover las manos sobre el teclado algo que, por cierto, se nota bastante en el film.

La vida de “As time goes by” como canción corrió serio peligro cuando al finalizar el rodaje Max Steiner, el compositor más importante de la época, fue contratado para componer la partitura musical. Al músico no le gustaba la canción, pensaba que un tema de seis notas era demasiado básico y propuso cambiarla por otra canción que compondría él mismo.

El problema era que la canción aparecía varias veces a lo largo de la película y cambiarla hubiera supuesto repetir más de una toma. Además, Ingrid Bergman ya se había cortado el pelo para hacer de guerrillera española en “Por quién doblan las campanas”, su siguiente película. Steiner aceptó la derrota con elegancia e incluyo el motivo musical en su partitura con diferentes arreglos.

El tiempo no pasa por la más clásica de las películas

Aunque el resto de la banda sonora no tiene tanta fama como el tema principal, Max Steiner supo crear un score tremendamente eficaz que subraya las imágenes de forma sutil y sin robar protagonismo a los magníficos diálogos que tiene la película. La música de los títulos de crédito iniciales tiene connotaciones árabes y sirve para situar geográficamente la trama, expresando el ambiente exótico de Casablanca.

El tiempo no pasa por la más clásica de las películas

Hay otros buenos momentos de música dramática que puntúan escenas como la del mercado negro, la redada inicial de la policía francesa o las imágenes de los inmigrantes que llegan desesperados a Casablanca. Pero siempre de forma discreta y en segundo plano. En cambio la música sí que juega un papel destacado en la escena en la que se canta la Marsellesa, una melodía que también aparece varias veces a lo largo de la película. No hay que olvidar que se trata de una película patriótica a favor de los aliados. Los alemanes están cantando una canción nazi en el café de Rick. Entonces Victor Laszlo anima a la orquesta y a la gente a que interpreten el himno francés y lo hacen con gran orgullo, protestando así contra la soberbia alemana.

El tiempo no pasa por la más clásica de las películas

Curiosamente Casablanca se estrenó en Los Ángeles el 23 de enero de 1943, el mismo día en que Roosevelt, Stalin y Churchill celebraban una histórica reunión para planear la invasión de Europa. Y ¿Dónde tuvo lugar la cumbre? Pues en la en la ciudad marroquí de Casablanca.

Hace unos meses se subastó en piano de Sam en la casa Bonhams de Nueva York, alcanzando un precio de casi tres millones y medio de dólares. En cuanto al pianista, Dooley Wilson, tuvo menos suerte que su piano. Tras el estreno de la película se convirtió en un personaje muy popular. El estudio recibía más de cinco mil cartas semanales destinadas a él; más incluso que el propio Clark Gable. Pero Hollywood no supo qué hacer con un actor cantante negro de cincuenta años. Wilson participó en algunas películas más como secundario hasta que su fama se eclipsó y regresó a Nueva York a los circuitos de night clubs. Murió pobre y olvidado en 1953, pero para todo el mundo siempre será el pianista fiel que acompaña a los amantes del cine.

El tiempo no pasa por la más clásica de las películas

Y además, en el programa de esta semana:

 - Se acercan los Goya y charlamos con el director de una de las películas más nominadas, Daniel Monzón, que nos habla de la música de “El Niño”.

- Nuestra sección “Aquella canción” recuerda un tema de Edith Piaf que sonaba en la película de Spielberg “Salvar al soldado Ryan”.

- Le damos una escucha a la banda sonora de “Into the woods” la película basada en el musical teatral de Stephen Sondheim que se ha estrenado esta semana.

Antonio Martínez

Antonio Martínez

Lleva más de 30 años en la SER hablando de cine y de música. Primero en 'El cine de Lo que yo te diga',...

 
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