¿Habrá entendido Europa el mensaje?

Atenas

Los griegos ya han hablado y han depositado mayoritariamente su confianza en Syriza, que finalmente se queda a las puertas de la mayoría absoluta. Por primera vez gobernará un país de la Unión un partido radicalmente contrario a las políticas económicas de Bruselas.

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Syriza ha ganado con contundencia, recogiendo la necesidad de esperanza de una amplia capa de la población griega que quiere ser europea, que quiere seguir en el euro, pero que ha dicho basta a una política que no incluye en su cuenta de resultado el bienestar de las personas. Sencillamente los griegos no pueden más y ayer lo dijeron de forma meridiana.

La pertenencia al euro obliga a Tsipras y al futuro gobierno de Grecia a no tomar decisiones unilaterales, ni con la deuda ni con ninguna otra medida que implique a países terceros. Pero el resultado electoral de ayer obliga a la UE a repensar qué Unión se quiere construir, a qué precio, y cuál es el fin último de la política: Y si está dispuesta a sacrificar en nombre de una ortodoxia que solo unos pocos han definido, y que desde luego no beneficia a todos, la esencia misma de Europa. Porque hoy es un partido critico pero europeísta y democrático el que ha ganado, mañana en Francia con Le Pen o en el Reino Unido con UKIP puede ser un partido que simplemente, rompa la baraja.