"Santa Teresa se llevaría muy bien con el Papa Francisco"

Ávila

Para aquel que tuvo la portunidad de verla, resulta imposible de olvidar la magnífica interpretación de Concha Velasco en “Teresa de Jesús”, la serie de Televisión Española dirigida en 1984 por Josefina Molina. 31 años después, en este 2015, se celebra el V Centanario del nacimiento de Santa Teresa, una mujer cuyos textos causaron admiración entre Cervantes o Lope de Vega, cuya iniciativa reformadora y feminista le llevó a fundar conventos y a enfrentarse a la Inquisición  y cuyas experiencias místicas aún suponen uno de los fenómenos más fascinantes de la historia. Esta mañana en Hoy por hoy con Gemma Nierga, la escritora Espido Freire ha presentado “Para vos nací”, una aproximación actual y moderna a la vida de la mística abulense.

Concha Velasco se metió en la piel de Teresa hasta casi mimetizarse con ella. Es el trabajo propio de los actores, pero es raro escuchar algo así de un escritor y su obra. Eso es lo que has hecho Espido Freire. Durante un mes se ha metido en el cabeza de Teresa de Jesús, ha tratado de pensar como pensaba ella, ha imaginado qué pensaría la mística del Siglo XVI sobre lo que está ocurriendo en pleno Siglo XXI. “Yo me he mimetizado menos, los escritores no podemos perder nuestra voz” explica Espido que define a La Santa como una mujer “que no se acaba” y que continua “tan vigente como hace 500 años”. Santa Teresa fue especial, extraordinaria, “no siempre simpática ni correcta” explica Espido, pero sí con un gran sentido del humor hasta el punto de gastar bromas a las monjas de sus conventos. Su particular forma de ser, explica, aunque solo en parte, la cantidad de enemigos y contrarios que se granjeó a lo largo de su vida. “Echaban pestes de ella la mayor parte de las autoridades eclesiásticas, la definían como rebelde y andariega” asegura la escritora.

Emprendedora en un mundo de hombres

Teresa fue una mujer en un mundo de hombres a los que supo torear para conseguir su objetivo: llevar a cabo su reforma llegando a fundar 17 conventos. “Funcionaba muy bien en el cara a cara, gente que en un principio la había despreciado se dejaba seducir” asegura la autora bilbaína. Una “fuerza de la naturaleza” que ya de adolescente “revolucionó Ávila” por su coquetería. Y eso es  llevó a su padre a enviarla al convento “para que se tranquilizara” según cuenta Espido Freire. Dejando de lado el componente sexual, Teresa disfrutó mucho “de la compañía de los varones porque eran más cultos que la mayoría de las mujeres que se encontró”. También sus “éxtasis” se han querido relacionar de algún modo con el sexo pero según asegura Freire, lo más probables es que sufriera "una variante de epilepsia”. En una época en la que no existía la siquiatría, Teresa tuvo que crear su propio lenguaje para definir lo que sufría.

No tan amiga de San Juan De La Cruz pero sí del Papa Francisco

"Se admiraban mucho pero se entendían poco" cuenta Espido. Y es que eran vidas y caracteres distintos. Él de origen muy humilde y muy serio. Ella de familia acomodada a la que le gustaba "la alegría y cotillear con las monjas". Una alegría que coincide con la forma de entender el mundo del Papa Francisco. “Creo que se entenderían muy bien” afirma la escritora. Precisamente hace unos días se conocía que el Papa Francisco finalmente no visitará este año Ávila en el Quinto Centenario del nacimiento de La Santa, ni ninguna ciudad española, para evitar interferir en las distintas elecciones que se celebraran este año.

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Desenterrada y convertida en reliquias

Después de muerta el cuerpo de Santa Teresa no descansó precisamente en paz. La desenterraron varias veces y su cuerpo fue continuamente descuartizado para convertirlo en reliquias. El pie derecho está en Roma, la mano izquierda en Lisboa, la derecha la tenía Franco de amuleto y hay dedos suyos repartidos por varios lugares. “Los conventos luchaban entre sí por las reliquias porque atraía limosnas” explica Espido. El inesperado fallecimiento de Santa Teresa en Alba de Tormes provocó la pelea por su enterramiento entre los conventos de dicha localidad y los de su localidad natal. Fue en uno desenterramientos cuando se descubrió que se cuerpo permanecía incorrupto.

¿Votaría a Podemos Santa Teresa?

“Santa Teresa ni siquiera podía plantearse el que ella pudiera tener el derecho a voto, ni siquiera tenía voz” asegura la autora de “Para vos nací”. Santa Teresa sí que tenía ideales, “pero no como lo entendemos ahora” puntualiza Freire que recuerda lo difícil que es entender desde la perspectiva contemporánea lo que era el misticismo. “Ella lo que buscaba era la felicidad propia y del mayor número de personas en la cercanía a Dios. Ahora cualquier activista que yo considere sensato lo que busca es mejor precisamente las condiciones del mundo y el misticismo va por un camino radicalmente distinto”. Nos quedamos pues, con la duda.