El incendio de Pedro Sánchez y la rebelión de Tomás Gómez

Madrid

No hay tregua en el PSOE. La mecha del último incendio la ha prendido el propio Secretario General, Pedro Sánchez. Esta mañana ha fulminado al líder de los socialistas madrileños y candidato a la comunidad, Tomás Gómez. Un gesto de autoridad que ha topado con la rebeldía del destituido. Sánchez le echa y Tomás Gómez dice que no se va, y el lío en el PSOE está servido.

Le ha costado al secretario de organización del PSOE explicar los motivos de la destitución. Judicialmente no hay novedades, ni el tranvía de Parla ni el caso Púnica han afectado directamente, de momento a Tomás Gómez, así que el argumento ha sido inestabilidad orgánica y malas perspectivas electorales. No se le puede poner ni un pero a esto de las malas perspectivas electorales, es evidente que Tomás Gómez viene de encadenar derrotas y que ahora las encuestas le sitúan en mala posición. Pero no es muy diferente de la situación en la que se encuentra todo el partido, a nivel nacional y en muchas comunidades.

Así pues la pregunta es por qué ahora Pedro Sánchez se da cuenta de que Tomás Gómez no es un buen candidato. Por qué se da cuenta cuando queda poco más de un mes para las elecciones andaluzas y cien días para las municipales y autonómicas. Porque activar el incendio con las citas electorales tan cerca.

Es, sin duda, una jugada de riesgo, de alto riesgo. Si temía Pedro Sánchez que una derrota en Madrid se anotara en su cuenta, una derrota después de este movimento, contará por dos. Como líder del PSOE tiene derecho a intentar ganar Madrid después de tanto tiempo, a no dar la batalla por perdida. Aunque el riesgo de la jugada es que esto no lo sabremos hasta que no se abran las urnas. De momento le tocará capear el temporal.