Grecia: el pesimismo de la razón o el optimismo de la voluntad

Madrid

La misma Europa que se desgañita por todos los rincones buscando como sea un acuerdo para Ucrania, la misma que aprueba sanciones raquíticas y cosméticas a Rusia porque cualquier acuerdo es mejor que el enfrentamiento...es la Europa que a Grecia, miembro de pleno derecho de la Unión, le pide que firme sin más y en cuatro días una prórroga del rescate que ha precipitado la caída de un 25% de su PIB y acelerado el empobrecimiento de buena parte de su población. La misma Europa que defiende en calles y foros, con flores y velas los viejos valores que nos identifican con la democracia, es la Europa que le dice a los griegos por boca del ministro alemán de finanzas, que se fastidien si votaron mal en sus elecciones. La misma Europa que tutela desde hace cinco años la economía griega y que no asume ninguna responsabilidad en el fracaso social de sus políticas económicas...fracaso que ha desembocado en el resultado electoral del 25 de enero.

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Jacques Delors, presidente de la Comisión desde el año 85 hasta el 95 y uno de los artífices de la mejor Europa que hemos conocido...decía sobre el futuro de la Unión que tenía "el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad". Hoy toca acogerse a esto último, al optimismo de la voluntad para pensar que el fracaso del eurogrupo de ayer y el ultimátum de cuatro días al gobierno griego para que actúe como si no hubiera habido unas elecciones, forma parte del teatro de las negociaciones y que al final habrá un acuerdo...digno para todos.