Las caras b del triunfador de los Goya

Madrid

Desde los vientos de Ravel hasta el rock de su tierra, aunque no aquellas composiciones que nos vendrían a todos a la cabeza, sino las más rebuscadas. Esas son las canciones del realizador de La isla mínima, la indiscutible ganadora de la última edición de los Goya y que le valió, entre otros, el premio a mejor dirección y mejor película. Aunque aún con la resca del éxito de su último trabajo, Alberto Rodríguez no se olvida del sevillano y paisano suyo Pata Negra y otras canciones de su adolescencia.

El azar es parte de la vida del director. No solo conoció al compositor de la música de sus piezas, Julio de la Rosa, en la cafetería de la universidad, sino que acabó en la licenciatura en Comunicación Audiovisual, y no en Periodismo, después de lanzar al aire una moneda. Ese sería el principio de una carrera dedicada, en gran parte, a retratar y dignificar las vidas desafortunadas; para ello, también, las canciones de La Cabra Mecánica.

"En cierto modo, 7 vírgenes confirmó que me dedicaría al cine, aunque también la primera vez que trabajé libremente. Me lo pasé en grande", cuenta el director. Por otra parte, es Jeanette quien le recuerda a After, una de sus producciones que no gustó tanto. "La gente me decía que era buena, que les había gustado mucho, pero quizá fue inoportuna. No era la película que quería ver la gente".

Con todo, el realizador no se refiere solo a su cine. De ahí que el padre de dos hijos elija, también, Family of the Year, de la banda sonora de Boyhood. A pesar de todos los festivales a los que ha acudido estos últimos meses, el sevillano estará viendo la gala de los premios Óscar, este domingo, como el cinéfilo que siempre fue.