Hasta el rabo todo es toro

Comienza la semana del Debate sobre el estado de la Nación. Y ¿cuál es el estado? Expectante parece. Todavía no sabemos si es un espejismo de las encuestas, pero los sondeos vienen a decir que la ciudadanía ha decidido tomar la palabra y dar un paso adelante. Que Ciudadanos no deje de crecer, que Podemos consolide su crecimiento pese al tropezón no aclarado de Monedero... demuestra que los españoles más desencantados con el estado actual de la situación, no se dan por vencidos, no renuncian a participar en la democracia, creen que la política sirve y simplemente en este momento castigan a los partidos que consideran que no han hecho bien su trabajo.

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En eso consiste la democracia por más que muchos se pongan muy nerviosos ante una perspectiva de cambio y fragmentación del voto como no conocíamos desde la transición. El último sondeo de metroscopia para EL PAIS de ayer mismo lo demuestra. En la Comunidad de Madrid ahora mismo, ninguna fuerza suma más del 30% de los votos y haría falta un pacto triple para gobernar.

Pero todavía hay muchos indecisos, mucho voto oculto, por delante quedan meses de política y hasta que los ciudadanos votan nada está escrito.

El PSOE sale fortalecido de la arriesgadísima maniobra de Madrid. La personalidad y la trayectoria impecable del candidato Gabilondo ha salvado la operación. Ahora les toca presentar un proyecto.

EL PP y el Gobierno tienen por ejemplo, el debate de la Nación de mañana para intentar conectar con la ciudadanía más allá de la propaganda y de las grandes cifras. Aunque la prueba del algodón de los populares será la elección de sus candidatos. Sabremos entonces si han entendido el mensaje del hartazgo que hay de la corrupción y del mal uso del poder y del dinero público.

Nada está escrito, es verdad, pero el personal quiere ya hechos y no palabras. Atentos, que diría el maestro Miguel Ángel Aguilar.