Los testigos inesperados

Madrid

A veces hay testigos inesperados de los hechos. Por ejemplo, el economista norteamericano James Galbraith. Galbraith y el ministro griego Varoufakis trabajaron juntos en la misma universidad de Tejas, y mantienen una gran amistad. Cuando empezó la negociación con la Unión Europea, el griego llamó a su amigo para que le acompañara a Bruselas. Así que Galbraith ha sido testigo de primera mano de todo el proceso; testigo de parte, es cierto, pero, al mismo tiempo, es un académico lo suficientemente prestigioso en todo el mundo como para que su relato personal tenga un gran peso.

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Y según explicó James Galbraith, primero a una revista norteamericana, y luego a una web española, “el de España fue uno de los gobiernos que más se opuso a hacer concesiones a Grecia”, palabras textuales. Según el economista estadounidense, el gobierno español fue muy beligerante por motivos más bien electorales que de cualquier otra índole. Galbraith dice además una cosa muy curiosa: que las muestras de apoyo del gobierno de Estados Unidos para que se alcanzara un acuerdo con Grecia fueron muy importantes en el proceso. Y que si la Unión hubiera escuchado solo a los gobiernos de Portugal y de España, realmente la unión monetaria hubiera dejado de tener sentido. Afortunadamente, explica, ni la Comisión ni el Banco Central compartieron el mismo criterio.

Realmente, qué cosas tan curiosas pasan en el mundo. Tan curioso como que el presidente Rajoy aconseje a su colega griego no prometer cosas que no se pueden cumplir, porque no dependen de uno mismo. Ayyy, la amnesia.