Siria: una guerra cuatro años después
Explicamos cuál fue el origen de una Guerra Civil que se ha internacionalizado debido a la aparición del Estado Islámico y que casi provocó una intervención militar promovida por EE.UU y justificada por el uso de armas químicas por parte del régimen de Bashar Al Assad
El origen de la revolución
Madrid
Hasta marzo de 2011, la primavera árabe, que se había extendido por Egipto, Túnez y Libia, aún no había llegado a Siria. Ese mismo mes las protestas llegaron a la ciudad de Deraa, origen de la revolución. En esa provincia, unos jóvenes fueron detenidos y torturados por pintar unos grafitis contra Basahar Al Assad. Las manifestaciones para su liberación acabaron con varias personas muertas. A partir de ese momento el levantamiento se extendió por todo el país y la violenta represión del Gobierno aumentó.
ALMUDENA LOPESINO
03:26
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Las armas químicas
Barak Obama dijo en 2011 que la "línea roja" que no se podía traspasar en Siria sería el uso de armas químicas contra la población. El régimen de Al Assad fue acusado en repetidas ocasiones de utilizar estas armas contra la población, algo prohibído en el mundo. La ONU recibió hasta 16 denuncias, en varias de ellas los inspectores comprobaron que se había utilizado gas sarín.
El ataque más cruel tuvo lugar el 21 de agosto de 2013, en Goutha. Más de 1.400 personas murieron asfixiadas por gases químicos. La autoría nunca quedó clara, pero apunto estuvo de provocar un conflicto internacional. Debido a la amenaza de un ataque por parte de EE.UU, el 9 de septiembre, Rusia instó a Siria a poner su arsenal de armas químicas bajo control internacional. El 14 de ese mimo mes, EE.UU y Rusia anuncian en Ginebra que habían llegado a un acuerdo sobre cómo debía Al Assad entregar sus armas químicas.
¿Quién apoyó la intervención?
Desde que comenzase el conflicto, Siria ha esquivado la intervención militar internacional. Aunque EE.UU siempre afirmó que Bashar Al Assad utilizaba armas químicas, finalmente no se produjo dicha intervención.
Reino Unido: es el país que más decido se mostró a intervenir y es el país que pidió una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para apoyar la intervención. Francia se unió a esta petición.
Israel: vio intereses estratégicos en una posible intervención para afianzar su posición en Oriente Medio. Siempre apoyado por EE.UU, Irán amenazó a Israel de las consecuencias de participar en un ataque contra Siria.
Turquía y Arabia Saudía: fueron los países árabes que más defendieron la intervención en Siria. Su principal interés, controlar a los Kurdos del norte de Siria e incrementar su influencia sobre el paso de oleoductos y gaseoductos por la zona.
Los saudíes entre los que se encuentran Kuwait, Qatar, Bahrein y Emiratos árabes. De mayoría suní, les interesaba que cayese el régimen de Al Assad, que es alauíta, de esta forma su facción estaría más fortalecida. Estos países ha suministrado armamento a los rebeldes sirios en su lucha contra el régimen.
La OTAN: apoyó la intervención militar amparándose en que "el uso de armas químicas no puede quedar sin respuesta".
¿Quién apoyaba al régimen Sirio?
Rusia y China: son los principales defensores del régimen de Al Assad. No veían con buenos ojos que EE.UU jurase venganza si se demostraba que Siria había utilizado armas químicas contra la población civil.
Irán: es el mayor valedor del régimen sirio. Rusia cree que es el punto de interés de EE.UU porque si Siria cae, sería el primer paso para llegar a los iraníes.
La ONU, su papel en el conflicto
El 26 de agosto de 2013 los inspectores de Naciones Unidas comenzaron a investigar el supuesto uso de armas químicas en Siria. Un trabajo de campo que no fue nada fácil, pues sólo podían llegar les dejaban y cuándo les dejaban. LLegaron a ser tiroteados el primer día que pisaron suelo sirio. La ONU concluyó inequívocamente que se utilizaron cohetes el 21 de agosto de 2013 en un barrio de Damasco con los que se suministró gas sarín. Murieron casi 1.500 personas. EE.UU anunció que atacaría objetivos militares sirios, aunque finalmente la mediación diplomática rusa hizo posible que Al Assad se comprometiera a entregar su arsel químico antes de mediados de 2014.
El 23 de junio de 2014 Siria culminó la entrega de armas químicas, al menos las que había declarado. La OPAQ, la Organización para la Prohibición de Armas Químicas lo calificó de hecho histórico y sin precedentes.
Guerra Civil
La crisis comenzó a principios del 2011. La población se levantó contra el Gobierno de Al Assad pidiendo más libertad y un respeto a los Derechos Humanos. El régimen respondió de forma violenta lo que hizo que la rebelión se fuera radicalizando. Los grupos insurgentes, los rebeldes, fueron tomando cada vez más ciudades sobre todo en el norte del país. Esa zona, próxima a Turquía, quedó bajo su control en parte gracias a los turcos que siempre apoyaron a los rebeldes.
A lo largo del año se intensificaron de manera creciente los combates, así como la dureza de los ataques del Ejército a las ciudades ocupadas por los rebeldes, destacando la ofensiva sobre Homs, que convirtió a la antigua Emesa en la ciudad más dañada de la guerra hasta entonces. La guerra tomó un curso más serio y decisivo cuando entre junio y agosto los rebeldes invadieron las dos ciudades más importantes de Siria: Alepo y Damasco. Los combates ocasionaron grandes pérdidas civiles y daños patrimoniales. La primera continúa con enfrentamientos diarios que han devastado la ciudad, con la mayoría del territorio inmerso en una guerra que la ha destruido. En el caso de Damasco, el ejército logró hacer retroceder y rodear a los rebeldes, aunque a fecha de 2015 persisten reductos rebeldes en el oeste de la ciudad. A partir del segundo semestre de 2012, comenzaron a llegar grupos radicales islamistas, que se unieron a los rebeldes seculares, con los cuales colaboraron en muchas ocasiones.
En 2013, Hezbolá entró en la guerra del lado del ejército sirio. Aprovechando la caótica situación, los kurdos del norte de Siria también se han alzado en armas, enfrentándose tanto a gobierno como a oposición. Para finales de 2013 y 2014, la violencia en Siria creció brutalmente, con combates diarios y devastadores ataques entre los bandos. Los enfrentamientos se producen en cada rincón del país, mientras los bombardeos y los atentados son cada vez más seguidos. Hoy, los campos de batalla más frecuentes siguen siendo las ciudades más importantes de Siria.
Régimen, rebeldes y EI enfrentados
El 3 de junio del 2014 Bashar Al Assad ganó las elecciones con casi el 89 por ciento de los votos. Los contrarios al régimen denunciaron unos comicios amañados. A partir del 5 de junio, las fuerzas del EI se apoderaron de grandes extensiones de territorio en Irak, además de armas pesadas y equipo del ejército de Irak. El grupo yihadista llevó parte de este equipo a Siria. El gobierno sirio bombardeó bases del Estado Islámico en Raqqa y Hasaka en coordinación con la contraofensiva del ejército Iraquí.
Tras varios enfrentamientos, el Estado Islámico lanzó su mayor ofensiva contra el régimen sirio el 23 de julio de 2014 haciéndose con el control de la base militar de Raqqa, la única que quedaba en manos de Al Assad desde que la ciudad fue controlada el año anterior por los rebeldes.
Rebeldes, régimen y Estado Islámico han seguido enfrentados por el control de ciudades clave que ha provocado la internacionalización del conflicto. El 18 de septiembre del 2014 EE.UU aprobó el plan Obama que permite armar y entrenar a los rebeldes en su lucha contra el EI.
Consecuencias del conflicto
Desde 2011 hasta hoy 14 millones de niños afectados, más de 210.000 muertos y casi 10 millones de desplazados. Son las consecuencias de una guerra que se ha extendido en el tiempo y que permanece casi olvidada. A estas cifras se unen las cientos de desaparecidos cuya suerte se ignora hasta el momento. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos contabiliza los 20.000 prisioneros que tampoco se sabe dónde están. Cifras escalofriantes que aumentan por culpa de grupos terroristas como Estado Islámico que captura a rehenes y que son apoyados por países como Irak en su lucha por derrocar a Al Assad.