¿Sabes que tu colonia puede ser una falsificación?
Un estudio europeo asegura que España encabeza el listado de países con más falsificaciones en el mundo de la cosmética y los productos de aseo personal. Un fraude al consumidor que, a veces, puede ser hasta peligroso
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El mundo de la cosmética pierde un 17% de las ventas anuales por culpa de las falsificaciones de productos. / Getty Images
Madrid
El primer estudio de la Oficina de Armonización del Mercado Interior ( OAMI), realizado a través del Observatorio Europeo de lo Derechos de propiedad Industrial e Intelectual, ha destapado que en España el mundo de la cosmética pierde un 17% de las ventas anuales por culpa de las falsificaciones de productos. Este fraude supone unas pérdidas de unos 949 millones, del orden de 4.700 en la UE, bastante más que el del mundo del cine, según ha denunciado hoy la Directora General d Stanpa, Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, en Hoy por Hoy con Gemma Nierga.
De igual modo, ha señalado que en los últimos tres años han cerrado “más de mil puntos de venta de perfumería especializada ( casi un 9%), con la consiguiente destrucción de empleo”. Estas falsificaciones, que afectan sobre todo a las marcas de más prestigio, pero también a productos más populares, se venden a través de puntos de venta “no tradicionales”, como los mercadillos y otros establecimientos no especializados.
Productos cuya composición desconocemos
Unos productos “cuya composición desconocemos y que no tienen nada que ver con las marcas, que garantizan ingredientes, composición, procesos de fabricación, todos de acuerdo a los requisitos que marca la legislación europea”, asegura la directora técnica de Stanpa, Carmen Esteban.Estos productos falsificados, elaborados con materas primas de ínfima calidad, se sabe que en algunos casos producen problemas en la piel de los usuarios que las utilizan, especialmente cuando se trata de cremas, bronceadores, colonias, champús o maquillajes…
Cómo detectarlos
El precio de estos productos es normalmente mucho más bajo que los originales y su envase suelen ser mucho menos vistoso. El papel transparente que los suele envolver presenta dobleces, plegados poco vistosos, abultamientos, en definitiva, un aspecto mucho menos atractivo. Lo mismo pasa con los cartones donde van incluidos estos productos. Naturalmente, el olor del producto no tiene nada que ver con el original. Si además de todo esto, te lo venden en tiendas o comercios no tradicionales y no especializados, es casi seguro que te estén vendiendo una falsificación.
