'El nuevo exótico hotel Marigold', más de lo mismo

Madrid

El hotel Marigold se alza como una especie de Arcadia. Un lugar que no está corrompido por la vida moderna, un lugar evocador, paradisíaco, donde la felicidad impera, y los seres humanos que la habitan viven en comunión con el entorno y en paz consigo mismos. En esta ocasión no hay pastores, ni ninfas. En esta ocasión el paraje en cuestión lo habitan un grupo de maduritos de la burguesía inglesa que vuelve a su colonia del pasado, la India. Conviven entre ellos y disfrutan del último tercio de su vida entre colores, bullicio y exotismo. Pero esto ya sucedió en la primera parte de este relato. La historia que nos acontece narra el devenir, la vida de este grupo de personas que ha decidido permanecer. Después de los acontecimientos acaecidos en El Exótico Hotel Marigold, cualquiera se marcha. Marigold; prometedor de grandes aventuras y emociones por vivir.

En el nuevo y exótico Hotel Marigold vuelven todos, Judi Dench, Bill Nighy, Maggy Smith y Dev Patel. En esta ocasión se les une un nuevo huésped, un poco más joven y norteamericano; Richard Gere.

El dueño del hotel es el personaje interpretado por Dev Patel, que emocionó al mundo en Slum dog millionaire. Después pasó a interpretar a uno de los personajes más insoportable de la televisión en la malograda The Newsroom. En la primera entrega del hotel de la India, siguió suscitando odios en los caracteres más iracundos, pero es que en la segunda entrega, de verdad, sólo puedes seguir dejándote llevar por la antipatía o la compasión, no hay otro estado de ánimo que provoque su actuación, que provoquen los actos o parlamentos de su estúpido personaje, más estúpidos que en la primera parte. 

La película tiene cierto humor, gracias sobre todo a Maggy Smith que está estupenda. Sin embargo, en este caos y disparatado escenario, la locura nunca estalla, no se arma el gran lío, estos maduritos no desbarran todo lo que se espera de ellos en esta segunda entrega.

La historia de amor entre Judi Dench y Bill Nighy es la trama más interesante de la cinta. Sus idas y venidas entretienen mientras asistimos a situaciones que no interesan demasiado o que se han quedado a medias. Pero francamente, lo mejor de Marigold 2 es ver a Richard Gere bailando Bollywood. Esto es inmejorable.