Hillary Clinton no es lo que parece
Muchos americanos tienen una idea preconcebida de Hillary Clinton, que ahora al anunciar su candidatura por los demócratas a las presidenciales, quiere cambiar. La ven como una mujer con carácter, pero situada bajo la alargada sombra de su marido
Madrid
Esposa del ex presidente Bill Clinton, mujer abnegada que permaneció al lado de su marido tras conocerse sus escarceos sexuales con una becaria siendo presidente, y con una señorita de compañía siendo gobernador de Arkansas, Secretaria de Estado en el primer mandato de Obama (parece el guion de una serie cualquiera de televisión norteamericana, pongamos The God Wife)
Les vamos a contar algunas cosas que probablemente no sepa de la que según Obama podría llegar a ser una fantástica presidenta demócrata de Estados Unidos.
Hillary comenzó su andadura política con los Republicanos, su padre era de la línea dura de los conservadores. Solo hay que leer su biografía en la parte que se refiere a sus inicios. Por cierto, su libro si quieren echarle un vistazo, se llama Living History (historia viva). “yo fui una joven republicana muy activa, auspiciada por mi padre y por mi profesor de historia escribí mi trabajo de secundaria sobre el movimiento conservador de Estados Unidos y la dedicatoria rezaba, -a mis padres que siempre me han enseñado a ser una persona”
Fue la primera estudiante mujer de la historia en realizar un discurso inaugural en el Wellesley College. Para los españoles eso no dice mucho, pero para el encorsetado sistema educativo norteamericano que una joven revolucionaria rompiera las normas y los clichés establecidos la situó en el foco de la sociedad estudiantil.
No ha conducido un coche en más de 20 años. Primero porque las normas de seguridad estadounidenses cuando ocupas un cargo público impiden que conduzcas tu propio coche, y ella junto con su marido llevan ocupando cargos públicos (empezaron en Arkansas) desde hace 30 años.
Lleva años dedicándose a trabajar por los derechos de las mujeres y las niñas, no solo en Estados Unidos, sino en Africa, Afganistas, Irak o cualquier lugar del mundo en el que la reclamen. Para eso nunca le han dolido prendas de mojarse con un discurso contundente en favor de ese colectivo.
Los escándalos han rodeado su existencia desde el principio de su vida política. En su etapa como mujer del gobernador de Arkansas tuvo que ver como las actividades extramatrimoniales de su marido copaban los medios de comunicación locales. “Nunca he sido una mujer de quedarme en casa y cocinar galletas y tomar té. Decidí desde joven que quería dedicarme a mi profesión”. Entre medias los escándalos de Whitewater, el llamado Travel gate, las teorías conspiratorias de su papel y el de su marido en el suicidio de Vince Foster. Aquí la tienen, con una capacidad asombrosa haciendo frente a una horda de periodistas que le lanzaban todo tipo de preguntas incómodas.
Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...