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Economia y negocios

Hipotecas suelo: los derechos del usuario, por el retrete

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Madrid

Ya lo sabemos: si hay “trastorno económico”, no hay nada que hacer. Los derechos individuales se van por el retrete.

Es el argumento del Tribunal Supremo ante las polémicas hipotecas suelo. De un plumazo elimina las numerosas discrepancias que había entre los jueces desde que el mismo Tribunal Supremo declaró nulas todas las cláusulas que no cumplieran los criterios de transparencia. Vamos, casi todas…

Después de esta anulación, muchos tribunales españoles han venido fallando en los últimos años a favor de la devolución del dinero, lo que ha generado alborozo entre muchos afectados, pero desasosiego entre los que veían rechazadas sus reclamaciones. Con toda estas consultas de los juzgados en la mesa, el Supremo vuelve ahora a reafirmar la nulidad de las cláusulas por falta de transparencia pero tira por tierra definitivamente las devoluciones de las cantidades por “la afectación al orden público económico”. Vamos, por el daño a las entidades financieras afectadas.

De nada ha servido que los tribunales partidarios de devolver el dinero argumentaran que los casos “individuales” no suponían en ningún caso un trastorno grave económico ni nada por el estilo. Ni la contradicción del propio Tribunal Supremo de declarar ilícitas las cláusulas pero que, a la vez, “impide que los afectados puedan recuperar el dinero que nunca debieron pagar”, como denuncia CEACCU.

Es decir, los hipotecados ganan sobre el papel pero pierden en su bolsillo. Los bancos pierden en el papel pero ganan en sus cuentas corrientes. No hay riesgo de “afectación económica”. Faltaría más.

Lo que podría llevarnos a situaciones rocambolescas:

1 ) Las aseguradoras dejan de pagar las indemnizaciones porque pagarlas les podría acarrear un grave perjuicio económico.

2 ) Los fabricantes de electrodomésticos dejarán de reparar o cambiar los aparatos que salen de fábrica con deficiencias por el grave daño que supondría para algunas de ellas.

3 ) Se anulan las garantías que tienen los compradores de viviendas y que les protegen hasta durante 10 años desde la compra de las mismas. Las reclamaciones de los compradores podría arruinar el sector inmobiliario del país.

4) Los fallos mecánicos de los coches dejarán de tener que ser reparados por los fabricantes para evitar la quiebra de algunas marca de constructores con altos índices de averías.

Los consumidores se vuelven a ver atropellados no solo en sus derechos, sino, también, en sus economías. Todo sea por no generar a nadie importante un grave quebranto económico…

 
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