Para ti son 30 segundos, para ellos 15 minutos

Seguro que en más de una ocasión se han encontrado ante esta disyuntiva: Van ustedes en su automóvil, buscando un aparcamiento para dejar el coche un momento y ven una plaza reservada para personas con discapacidad. Quizás hayan pensado que por 5 minutos no pasa nada, pero lo que seguro no saben es lo que suponen esos 5 minutos para una persona con discapacidad que se queda sin esa plaza. Ayer la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad en Navarra presentó una campaña que bajo el título "No es una zona vip, es una necesidad" que trata de sensibilizar sobre el buen uso de esos aparcamientos. Esta mañana en Hoy por hoy con Gemma Nierga, hemos conocido los detalles de la campaña junto a su presidente Manuel Arellano e Irene Aspurz, una persona con discapacidad usuaria habitual de estas plazas

"Si aparcas en mi plaza no puedo acudir al fisio y lo necesito". Ese mensaje, impreso en una tarjeta, es se lo encontrarán a partir de hoy muchos conductores navarros en sus coches estacionados. Y no es publicidad. Es una frase real de Irene Aspurz, una mujer con distrofia muscular que se encuentra en silla de ruedas y que utiliza su coche para desplazarse por la ciudad de Pamplona.

Irene, como muchos otros conductores con discapacidad, dispone de una tarjeta que le permite aparcar en las plazas reservadas para este colectivo. Pero no siempre están libres: "me dicen, 'es que he ido a un recado, son 5 minutos'". Muchas personas ocupan esas plazas sin estar autorizados, sin tener ninguna discapacidad ni la identificación correspondiente. "Veo que muchos no le dan tanta importancia". Pero la tiene. "Tus cinco minutos para mí es un perjuicio grave". Por ejemplo, puede suponer 20 minutos de una sesión de fisioterapia de 45.

La picaresca también existe entre las propias personas con discapacidad. O más bien entre sus familiares. "Mientras en el vehículo no viaje una persona con discapacidad, no hagas mal uso de esa plaza, se supone que eres el primer interesado" reclamara el Presidente de COCEMFE. Otro problema añadido es la falta de plazas de aparcamiento como tales destinadas a estas personas. "La nueva normativa indica que por lo menos tiene que haber una por cada cuarenta pero luego son los propios ayuntamientos los que regulan cuantas son las plazas" indica Arellano.

También de los ayuntamientos dependen las multas y sanciones por mala utilización de estas plazas y de los carnets. Es un largo camino que habría que empezar por algo tan básico como el respeto. Irene lo tiene claro: "estaría bien que se pongan en nuestro lugar, quiero pensar que las personas que lo hacen es porque no se ponen en nuestro lugar".