Ocultar la realidad

Madrid

El ministro de Justicia, que llegó al gobierno avalado por una trayectoria de hombre razonable, ha tardado una campaña electoral en sumarse a la tendencia del PP y de este Gobierno de enfrentarse a las realidades que no le gustan ocultando sus síntomas. Si hay personas sin hogar por las calles de Madrid, la solución es quitarlos de la vista. Si las mujeres abortan, restringir la ley que lo regula. Y si los casos de corrupción desbordan nuestro día a día hasta la náusea, la solución, dice el ministro Catalá, quizá sea sancionar a los medios que publican datos de sumarios declarados secretos.

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Entre quien filtran esos datos -muchas veces funcionarios públicos que dependen orgánicamente de este ministro o de cualquier otro - y quienes lo publican - empresas ajenas que administran el derecho a la información que es de los ciudadanos -, Catalá propone trasladar la sanción a los últimos, a los medios. Para entendernos, lo que el ministro propone es reflexionar sobre la conveniencia de restablecer la censura previa.

Nos hubiera gustado aclarar semejante propuesta con él, le hemos invitado a compartir esa reflexión que le parece tan importante, pero ha declinado nuestra invitación. Como suelen hacer, declinar la invitación, buena parte de los miembros del Gobierno y el PP cuando saben que la invitación les obligará a responder sobre la parte de la realidad, general o suya particular, que no les gusta. O no entienden el papel de la prensa en la democracia, o lo entienden muy bien y lo desprecian. No sabemos qué es más grave.