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Sueños de la prehistoria

Hace casi 40 mil años el ser humano empezó a dejar sus representaciones hoy consideradas artísticas en las paredes de las cuevas. Aquel hombre era igual que nosotros. No hablaba con gruñidos ni caminaba encorvado. Igual de inteligente que tú o yo pero sin teléfono móvil...

SER Historia: Sueños de la prehistoria (03/05/2015)

SER Historia: Sueños de la prehistoria (03/05/2015)

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Madrid

Quizá es por esa altanería que ha generado en nosotros los avances científicos del siglo XXI, pero siempre hemos mirado a nuestro pasado más remoto como algo realmente lejano y, sobre todo, primitivo. Pero nos sorprenderíamos al conocer algunos de los conocimientos que poseían, especialmente desde el punto de vista astronómico; conocimientos que nos superan y nos hacen empequeñecer y preguntarnos si realmente hemos avanzado algo desde hace casi 20.000 años. Lógicamente la respuesta es un sí rotundo, sin embargo, es mucho lo que desconocemos de aquel mundo casi onírico e irreal de la prehistoria.

Imágenes de un mundo de sueños

Con el hallazgo de la cueva de Lascaux, en el Valle de Dordoña (Francia), en 1940 se daba más información a las pinturas aparecidas en la cornisa cantábrica especialmente en el último tercio del XIX. Recordemos que en 1875 Marcelino Sanz de Sautuola descubría Altamira y que el hallazgo fue puesto en duda.

Pero la revolución del hallazgo de Lascaux estribaba en la corroboración de lo que hasta entonces se conocía como arte rupestre. La sensibilidad estética y la habilidad artística del que había pintado esos toros, caballos y bueyes hace casi 20.000 años, desvanecía la turbia nube de primitivismo que hasta entonces había pendido delante del hombre del Paleolítico Superior.

Una de las interpretaciones que se realizaron al respecto, y que hoy día sigue vigente en los ámbitos del estudio de la prehistoria, es el aspecto totémico y mágico de estas pinturas. Según el abate Henri Breuil (1877-1961), principal promotor de esta interpretación a comienzos de siglo XX, el hombre primitivo pretendía facilitarse la caza con los dibujos realizados sobre las paredes de las cuevas, fomentando de igual manera la abundancia de animales. De esta manera, las cuevas desempeñaban un papel parecido al de un templo.

¿Tenía razón Breuil? ¿Las pinturas era los sueños de los hombres de la prehistoria o son los sueños de los prehistoriadores?

 
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