Del vicio a la confesión

Madrid

A veces, la poesía sale del papel y viaja libre, acompañada de la música, o volando sobre los escenarios. En esta ocasión, la poesía ha nacido libre en la mente de Fernando Bazán, y ahora ha vuelto al libro. 'Ruán: confesiones en el no lugar' es el título del segundo trabajo de este músico y autor que nació en Huelva hace 29 años. Él mismo encuadra su música dentro del rock, pero lo cierto es que, como concepto, esa definición se queda corta. En su caso, la música no se entiende sin la letra, la letra se complementa con la puesta en escena en los conciertos, y ahora llega el libro, con una visión global de todo lo anterior.

"Hablamos de un concepto glogal, de un concepto circular", señala Fernando Bazán. "El proyecto partía de un núcleo, y desde ahí se expandía. Y esas tres patas del banco, como yo lo denomino, las tres porciones de esa circunferencia, son: la parte fonográfica; el espectáculo, con toda la puesta en escena de las canciones y la banda tocando en directo; y, por supuesto, el libro".

El libro "Ruán: confesiones en el no lugar" se ha presentado esta semana en la Feria del Libro de Sevilla. Pero la música lleva ya varios meses difundiéndose en formato digital a través de las principales plataformas musicales y, claro está, en los conciertos que Fernando y sus músicos vienen ofreciendo en lugares tan grandiosos como el Teatro Central de Sevilla o el Gran Teatro de Huelva, o tan íntimos como la mítica Sala Costello de Madrid.

Al fin y al cabo se trata de poesía, y la poesía se adapta a todos los foros. El propio Fernando Bazán define su trabajo como "spoken word, o incluso perfopoesía. Spoken word significa 'palabra hablada', textos recitados sobre una base rítmica, armónica y melódica. En este caso, son poemas llevados al rock. Algunos tienen un estribillo y otros se quedan en el simple texto recitado".

Fernando Bazán empezó siendo 'Vicio' con la publicación de su primer disco-libro, titulado 'Vertedero', en 2011. Pero sus canciones, sus poesías, ya tenían un recorrido desde muchos años atrás. En aquel caso, fue el dibujante Antonio Hitos el encargado de ilustrar los poemas. Ahora, Antonio García Villarán se ha puesto manos a la obra con 'Ruán: confesiones en el no lugar' para aportar esas notas gráficas que faltaban a la música del trabajo fonográfico, y así cerrar el círculo. Los dos están editados por 'Cangrejo Pistolero' pero, a diferencia del primero, este libro no incluye ningún disco. Es un libro de bolsillo a dos tintas y con ilustraciones en blanco y negro.

"Hay diferencias a nivel conceptual y a nivel de producción musical", asegura Fernando Bazán. "En 'Vertedero' hablamos de diez temas que, aparentemente, no tenían ningún hilo conductor, y en este segundo sí nos encontramos con un trabajo conceptual, con un hilo conductor que se plasma en el libro y en el espectáculo. Se trata de quince temas que tienen un sentido narrativo. Y con respecto a la parte musical, en 'Ruán: confesiones en el no lugar' hay una evolución con respecto a las armonías, a las estructuras y, por supuesto, a los arreglos. El primero tuvo una producción mucho más orgánica, más simple y austera, y en este segundo, con la introducción de elementos como cornetas, la sección de metal, etc., ha crecido todo en esa dimensión".

Las letras de Fernando Bazán son directas. En muchos casos con contenido explícito, real, fácil y complicado al mismo tiempo. Como la vida misma. Temas capaces de jugar con el doble sentido, de unir lo sagrado y lo humano rozando, sin ocultarla, la irreverencia, como casi todo el mundo la roza cada día. A él no le preocupan las advertencias por contenido subido de tono que aparecen junto a algunas de sus canciones en las plataformas de venta on-line. Dice que nunca han coartado su libertad de expresión ni su creatividad, y se ríe mientras recuerda la cantidad de contenido explícito que cada día se emite en televisión en horario de audiencia infantil.

¿Qué queda de 'Vicio'?, le preguntamos. "Algo hay", responde entre risas. "Pero lo reservo para el privado".