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Una Europa desigual para los matrimonios homosexuales

La Europa de los 28 sigue sin tener una postura común en torno a derechos fundamentales como la equiparación de derechos para los matrimonios entre personas del mismo sexo

Madrid

El Convenio Europeo de Derechos Humanos, suscrito por todos los países miembros del Consejo de Europa, es el que sirve de base para la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En esa Convención no hay ninguna mención al matrimonio homosexual, aunque sí figura explícitamente y como derecho fundamental el de contraer matrimonio entre un hombre y una mujer a partir de la edad considerada legal en cada país. El Convenio, similar a la Declaración Universal de Derechos Humanos de la ONU, fue aprobado en 1950, y ya ha sido modificado en varias ocasiones para ampliar la garantía de determinados derechos mediante protocolos adicionales que sólo son vinculantes para los países del Consejo de Europa que deciden ratificarlos.

La equiparación de derechos entre matrimonios heterosexuales y homosexuales ni siquiera está contemplada en la Convención, por lo que la legislación existente en la UE se limita a la que tiene aprobada cada país de manera independiente. Por eso, en la Europa de los 28, sólo una decena de países tienen reconocida la igualdad total de derechos, otros tantos aceptan las uniones de personas del mismo sexo con distintos grados de reconocimiento aunque sin igualdad total, y el resto ni siquiera contempla la posibilidad de uniones o matrimonios entre personas del mismo sexo.

Una escala de desigualdad

Los países más avanzados en cuanto a reconocimiento del matrimonio homosexual son: Holanda, Bélgica, España, Suecia, Portugal, Dinamarca, Francia, Reino Unido (excepto Irlanda del Norte), Luxemburgo, Eslovenia y Finlandia. En estos países, menos en Portugal, también se permite la adopción por parte de parejas del mismo sexo, y en algunos, como en Suecia y en Dinamarca, la Iglesia Luterana admite los matrimonios e, incluso, los oficia en sus templos.

En el siguiente nivel se encuentran países como Alemania, Austria, República Checa, Estonia, Hungría, Malta y Croacia que reconocen las uniones civiles pero no otorgan la posibilidad de adoptar a las parejas homosexuales ni conceden una equiparación total de derechos como los que disfrutan las parejas heterosexuales casadas.

Las trabas religiosas

Los intentos de legalizar el matrimonio homosexual se ha encontrado siempre con el rechazo frontal de las iglesias Católica u Ortodoxa. De hecho, la gran influencia religiosa en la población ha sido una de las causas que más ha pesado en que la igualdad haya tardado tanto en llegar a algunos países, o que en otros ni siquiera se haya planteado aún.

Italia es un caso singular. No existe una legislación para todo el país, y han sido algunos gobiernos regionales y ayuntamientos los que han ido estableciendo registros para la inscripción de parejas del mismo sexo. La Corte de Casación instó a los jueces a reconocer los mismos derechos a las parejas homosexuales que a las heterosexuales, aunque tenga que hacerse en los tribunales y caso por caso.

En el resto de países de la Unión Europea no son legales ni el matrimonio ni las uniones civiles entre parejas del mismo sexo. En Polonia ha influido mucho el peso de la religión católica, como lo hecho la ortodoxa en Grecia o Rumanía. Letonia, Lituania, Bulgaria y Eslovaquia ni siquiera se han planteado legislar al respecto. En Chipre, la homosexualidad fue ilegal hasta 1998, mientras que en Letonia y Lituania se ha consignado expresamente en la Constitución la definición de "matrimonio" como la unión entre un hombre y una mujer exclusivamente.

Es, pues, la del matrimonio homosexual, una de las tareas pendientes de la Unión Europea en cuanto a derechos humanos equiparados en todos los países. La Eurocámara ya advirtió sobre ello, evidenciando un hecho paradójico, pero real: en la actualidad, una pareja de ciudadanos europeos puede estar casada legalmente en una parte de la Unión y, sin embargo, estar desposeida de sus derechos fundamentales en otros estados comunitarios.

Carlos Cala

Carlos Cala

Empieza en la radio en 1992, en la emisora de la Cadena SER en Morón de la Frontera, trabajo que simultanea...

 
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