Dos tridentes, ¿frente a frente?

Madrid

Ernesto Valverde seguro que pasó varias semanas dándole vueltas a la cabeza ¿Iraola o Bustinza para parar a Neymar? Mejor los dos ¿Marcaje en zona con ayudas o individual a todo campo con Messi? Balenziaga el encargado ¿Un central más fijo como San José o la movilidad de Etxeita? El segundo de pareja con Laporte y San José haciendo ayudas en el medio con Luis Suárez. Y aun así no sirvió de nada porque en un primoroso primer tiempo el Barcelona destrozó al Athletic de Bilbao con una brillante actuación del tridente blaugrana.

Messi, Suárez y Neymar se han convertido en la mejor tripleta atacante de la historia con unos números que hacen temblar a cualquier sistema defensivo: 120 goles en 59 partidos. Y aún falta el encuentro que puede encumbrarlos en el olimpo del fútbol internacional. Demasiada amenaza para jugarse nada menos que una Copa de Europa, trofeo que no ven en las vitrinas de Turín desde 1996. Por ello no es descartable que Massimiliano Allegri abandone su clásica defensa de 4 para alinear a su propio tridente de centrales: Barzagli, Bonucci y Chiellini. Volver al esquema de la Juventus de Antonio Conte.

Desde su llegada, Allegri cambió el sistema de una Juventus tiránica en Italia pero muy endeble en Europa. Heredaba un equipo ganador que había caído a las primeras de cambio en la Liga de Campeones, por lo que algo debía hacer. Adiós a la línea de 5 atrás y mayor protagonismo a los centrocampistas, un par de pasos adelante en el césped y muchos más en la Champions. Sin embargo, Allegri no es un talibán de sus ideas y en determinados momentos ha vuelto a tirar de la vieja guardia. En los dos partidos de semifinales lo hizo contra el Real Madrid para asegurar el resultado favorable, aunque es cierto que nunca de inicio. Sí lo hizo en la última final juventina, la Coppa ante la Lazio en la que volvió a apostar por los 5 defensas.

El tridente de centrales de la Juve combina potencia, contundencia y buena salida de balón. Barzagli es el más fino de los tres, buena colocación y siempre el enlace con Pirlo para darle sentido al juego bianconero. Bonucci y Chiellini se encargan de la parte fea, pasa el jugador o el balón, nunca los dos. Chiellini ejerce de soberano, central de los antiguos tanto por juego como por aspecto. Además, tendrá un aliciente especial que le da más morbo al partido: ese reencuentro con Luis Suárez tras el mordisco del uruguayo en el Mundial.

"Messi no marcaría esos goles en Italia. En España se ataca mejor, pero aquí defendemos mejor" Giorgio Chiellini, el jefe de la tripleta de centrales de la Juve, mandaba así un mensaje al faro del tridente de delanteros del Barça. El duelo está servido.