La hija pródiga de la elegancia

Madrid

A Leonor Watling le cuesta decidirse. Según cuenta, es algo que va en su sangre; y no ayuda que la música, sin más, sea capaz de alterar su estado de ánimo. Son revelaciones como esa las que la actriz ha compartido esta mañana, en Hoy por hoy, acompañada con la música de Adriano Celentano; de este le gusta, en concreto, ese timbre de canción de bar a las tres de la madrugada. "Que me llamen elegante me tiene hastiada", anota la vocalista de Marlango, ya doce años después de fundar un grupo que todos recogen bajo esa etiqueta.

Con anécdotas como que conoció a Natalia Lafourcade en el madrileño Café Berlín, sin embargo, discutir ese toque se vuelve complicado. También ese Tom Waits injustamente calificado como pintoresco, y del que se olvidan algunas de las baladas más increíbles de su repertorio, contribuye a un ritmo pausado que contrasta con lo temprano de la mañana. El cancionero de Watling, en el que se encuentra Rickie Lee Jones, actúa "como una manta cuando estoy triste", pero también para "esas mañanas de primavera, soleadas, pero en las que me encuentro sensible por algo".

El grupo preferido de quien actuara para Almodóvar, Bigas Luna o Vicente Aranda, de hecho, no está tan apartado de las masas. Radiohead conquistó a toda a una generación de melómanos con su OK computer, aunque ella prefiera The bends. Y siempre, ese lugar para Ella Fitzgerald; su referente y su ídola, muy a pesar de que, a partir de revelaciones como esa, Watling haya escuchado alguna que otra comparación. "¡Claro que no canto como ella!", ríe la letrista. Aunque sí sea capaz, cuando Alejandro Pelayo se sienta al piano, de convertir cualquier pachanga en melancolía pura. Sea quien sea quien tome las decisiones en esa creativa pareja.