Cuba: tránsito lento pero irreversible
Cuba: tránsito lento pero irreversible
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Madrid
Se ha abierto un nuevo tiempo en Cuba. Prácticamente todo el mundo da por hecho que el restablecimiento de relaciones con EEUU abre una inercia de cambio irreversible. La Iglesia, los colectivos organizados en la oposición, las ong´s que trabajan al amparo de la ley, los empresarios y en las embajadas coinciden en que no hay marcha atrás.
Hay esperanzas pero también dudas compartidas. Porque ante el hermetismo del régimen de Raúl Castro, el cubano sabe que van a pasar cosas pero ignora qué y sobre todo cuándo.
La idea más común es que todo será lentísimo. Descartada una transición a la española, ya se verá si la otra generación encabezada por el vicepresidente Díaz Canel que ya trabaja por el relevo pero desde dentro será capaz de controlar el proceso frente a la gente. Porque la clave es la gente, pero sobre todo la gente joven: harta de esperar y decidida a no ser una generación perdida. Quieren un futuro homologado y lo quieren ya. Quieren derechos plenos e internet.
Así respira hoy Cuba, que empieza a ofrecer en La Habana una oferta cultural, de restauración y de ocio de mucho nivel, algo desconocido hace solo unos años. Y con un florecimiento de la pequeña inversión privada cubana sorprendente.
Por nuestra parte, los españoles a la vez debemos preguntarnos qué papel jugará nuestro país en el porvenir de Cuba. Los años de la posición común de la UE inspirada por Aznar, y que replicó buena parte de los preceptos de la política de la administración norteamericana para la isla, nos restaron influencia y nos alejaron.
Hoy seguimos siendo el tercer país inversor tras Venezuela y China pero la diplomacia económica de todo el mundo está pisando ya la isla.
Y deberíamos saber si el Gobierno tiene un plan para saber cómo ayudaremos a que Cuba sea un día, antes que tarde, un país plenamente democrático además de un lugar tractivo donde hacer negocios.