Más preguntas que respuestas

Atenas

Yanis Varufakis dimite, deja el gobierno griego para facilitar la negociación con Europa. Acaba de contarlo, hace unos minutos, en su blog. Es el primer movimiento conciliador importante del gobierno de Tsipras tras su rotundo triunfo de ayer.

Ampliar

EL ‘no’ arrasa en Grecia y Europa se enfrenta esta mañana a la obligación de dar respuesta a esta realidad. Por primera vez un gobierno cuestiona la política única de la austeridad y a partir de hoy lo hace avalado por el 61 por ciento de sus ciudadanos. Este ‘no’, este gran ‘no’ no arregla la situación de Grecia pero obliga al resto de dirigentes europeos a mirarse a un espejo que llevan años esquivando. La desigualdad que ha generado la política anticrisis, dentro de cada país y en el ámbito europeo entre el norte y el sur está generando un tsunami de descontento. Y parece que no acaban de creérselo pese a los síntomas que se ven aquí y allá desde hace tiempo. Y tienen dos opciones, aceptar la existencia de la ola e intentar surfearla, o ignorarla como hasta ahora, dejar que el tsunami crezca y se lleve todo por delante.

Dicho esto, esta mañana hay todavía más preguntas que respuestas: ¿qué hará Tsipras con este triunfo? ¿Sabrá aprovecharlo para un acuerdo realista? ¿Qué hará Alemania con esta desautorización de los únicos europeos que han podido pronunciarse expresamente sobre la austeridad? ¿Qué hará el resto de socios ante la evidencia de que se rompe el bipartidismo que ha gobernado la comunidad desde su fundación? ¿Qué harán los otros ciudadanos europeos tras esta rebelión griega? ¿Podrá blindarse España de las curvas que se adivinan en el horizonte? ¿Cuánto tiempo más puede aguantar una Europa que impone a todos las mismas obligaciones, pero no iguala los derechos ni la protección social?

Y por último, muchos hablan esta mañana de que el grexit está más cerca, pero ¿alquien de verdad imagina a Europa sin Grecia?