Cómo sobrevivir a una huelga de controladores aéreos

Madrid

Un año más los colectivos aéreos han decidido que el verano es el mejor momento para realizar huelgas y luchar por sus reivindicaciones, como así ocurrió este domingo 26 de julio con la huelga de controladores aéreos. ¿Cómo se vive una situación así? ¿Cómo sobrevivir a varias horas en el aeropuerto? Hemos consultado a uno de los asesores jurídicos habitualesde Ser Consumidor, Eugenio Ribón, de CEACCU, Confederación de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, sobre cuáles son nuestros derechos y cómo reclamar. Nosotros hemos vivido la experiencia en pleno caos por los retrasos.

Para llegar a la situación de este fin de semana hay que trasladarse al 2010, cuando el cierre del espacio aéreo provocó 61 sanciones a controladores aéreos y el despido de uno de ellos en Santiago. La Unión Sindical de Controladores Aéreos convocó la huelga de esta semana para pedir el archivo de los castigos y la readmisión del compañero. Los paros estaban previstos para el domingo de 10:00 a 13:00, unos paros que pueden provocar retrasos que se van acumulando vuelo tras vuelo.

En estas jornadas, lo normal es que estos retrasos se acumulen y afecten a la conexión de tu aeronave. Puede ser que la causa de tu demora para salir de Ibiza, se encuentre en París o Sevilla. Tu avión está allí sin poder partir y no puedes hacer nada.

Nada más llegar al aeropuerto, conseguir información es fundamental, y ésta suele brillar por su ausencia. Las aerolíneas suelen retrasar de hora en hora la estimación de su vuelo, aun sabiendo que no va a salir a esa hora. Lo hacen para no cancelar el vuelo con el consiguiente coste y con la esperanza de que un milagro traiga un avión al aeropuerto que te pueda llevar en ese momento estimado.

Un consejo puede ser pedir información sobre dónde se encuentra tu avión, no sobre el estado de tu vuelo. Los mostradores de las aerolíneas pueden informarte sobre este apartado; si se niegan, la página de AENA es una fuente fiable. Si tu aeronave está llegando al aeropuerto, la hora estimada puede cumplirse y saldrás dentro de poco. Si tu avión aún tiene que completar conexiones, prepara paciencia e imaginación para acomodarte en el aeropuerto. Volver a la ciudad y alargar unas horas la visita puede ser una opción.

Una vez pasadas las tres horas de retraso, la compañía debe ofrecerte algún tipo de tentempié en el aeropuerto. Además, llegado este punto, lo normal es que te ofrezcan cambiar de vuelo de forma gratuita, pudiendo volar en los siguientes siete días. No esperes que te abonen un alojamiento, solo lo hacen en caso de overbooking o cancelación.

La frustración puede jugarte malas pasadas en los mostradores. No perder las formas y recordar que la persona que te atiende sólo es una empleada que no es responsable de tu situación es muy importante. Facilitará su labor, le permitirás que te ayude más eficientemente, y le restarás presión a una situación que para él, es comprometida.

Puede que el mostrador de tu aerolínea esté colapsado. Si no vas a realizar ninguna gestión, como reclamar o cambiar tu vuelo, y solo quieres información, acudir al mostrador de otra compañía que esté más vacío puede ser una opción. Ellos pueden informarte del estado de tu aeronave o vuelo consultando la base de datos del aeropuerto.

Rellenar hojas de reclamaciones es una obligación en este caso para defender tus derechos y también te puede servir de pasatiempo. Luchar por encontrar un enchufe para cargar la batería de tu móvil o encontrar una posición cómoda para pasar el tiempo puede llegar a ser entretenido. Hablar y compartir con otras personas tu frustración y cabreo puede ayudar. Una gran terapia de grupo y un buen momento para poder conocer historias y gente interesante e incluso conseguir contactos para una reclamación conjunta.

Finalmente, acabarás llegando a tu destino, así que ármate de paciencia. Puede que llegues otro día si cambias tu vuelo, o muchas horas después. Lo mejor es tomártelo con humor y cabeza fría y una vez llegues a tu destino, comenzar a informarte sobre cómo reclamar.

Es recomendable pedir información en cualquier asociación de consumidores. Eugenio Ribón, Jefe de la Asesoría Jurídica de CEACCU y colaborador habitual de SER Consumidor, nos ha asesorado en nuestro caso y nos ha resumido la situación en varios pasos:

- Si tu retraso es mayor a tres horas, se considera un “gran retraso”, con lo cual tus derechos pasan a equipararse a los derechos de un vuelo cancelado.

- Saber la distancia que cubre tu vuelo: dependiendo de esta tendrás derecho una indemnización u otra. 250€ en caso de que sea menor de 1500 kilometros, 400 euros para todos los vuelos intracomunitarios de más de 1 500 kilómetros y para todos los demás vuelos de entre 1 500 y 3 500 kilómetros. Los demás casos tienen derecho a 600€

- Cumplimentar la hoja de reclamaciones con la compañía y además, rellenar un formulario de denuncia y presentarlo en cualquier juzgado de lo mercantil. Las asociaciones como CEACCU pueden facilitarte estos formularios. La rapidez para realizar la denuncia es fundamental.

- Como viajeros de avión, nuestros derechos están protegidos por el reglamento europeo 261.

Así que ya sabes, si sobrevives a una jornada de retrasos y huelgas aéreas, dos consejos; paciencia primero y denuncia después. No tengas miedo a volar