Nacionalismo contra nacionalismo

Madrid

El PP necesita un imán en Cataluña para atraer al electorado perdido y cree haberlo encontrado en Xavier García Albiol, ex alcalde de Badalona, conocido fuera de esa tierra por su discurso xenófobo y por su estilo duro, radical dirían algunos. García Albiol, el que quiso limpiar Badalona, el que prometía mano dura con los inmigrantes, el mismo que relacionaba delincuencia e inmigración, tendrá que cambiar ahora el objeto de sus embestidas y pasar de preocuparse por los que vienen de fuera para ocuparse de los que se quieren ir fuera. García Albiol es, según el criterio de Mariano Rajoy, el mejor candidato para enfrentarse a Artur Mas.

Su nombramiento permite extraer algunas conclusiones: el PP es consciente de que está merodeando el desastre electoral en Cataluña, que ese era su destino si no promovía un golpe de timón.

El PP apuesta por una campaña muy polarizada, en la que importará poco el programa y mucho el mensaje y García Albiol parece un candidato muy adecuado para azuzar el enfrentamiento con Artur Mas y el bloque soberanista.

El PP sabe que con ese candidato corre el riesgo de que se le acuse de un viraje hacia la radicalidad, ahora que busca la moderación y la modernidad. El PP es consciente del riesgo de ceder el centro político a Ciudadanos, así que intenta compensarlo con la que será la número dos de la candidatura, Andrea Levy, representante de ese nuevo Partido Popular que Rajoy ha encumbrado como reacción a la pérdida de votos y de poder tras las autonómicas y municipales.

El PP, en fin, intenta apuntalar el bloque del 'No' por mucho que le niegue el carácter plebiscitario a las elecciones del 27 de septiembre. Nacionalismo contra nacionalismo, ésa es la estrategia. Enfrentar el españolismo descarado de Garcia Albiol con el catalanismo desacomplejado del bloque soberanista.

Porque, ¿acaso la xenofobia no es una expresión de ciertos nacionalismos?